Un personaje de la Presidencia de la República habría sugerido a Claudia Pavlovich Arellano que se retirara de la contienda por la candidatura a gobernadora de Sonora, para postularse por la presidencia municipal de Hermosillo. Pero la senadora hizo caso omiso a la petición y al parecer peleará hasta al final.

La resistencia viene por el lado del equipo de Manlio Fabio Beltrones, que alienta a Claudia a jugarla en un camino sin retorno. Todo o nada pareciera ser la consigna. Así, los equipos de Claudia Pavlovich y Ernesto Gándara, ya de por sí muy enfrentados en una guerrita fraterna, quedarán tan lastimados y agraviados que uno de ellos jugaría contras y con posibilidades de apoyar abiertamente al rival panista. La opción de un tercero en discordia no hay que descartarla.

Esto significa que sólo la intervención directa de Enrique Peña Nieto salvará al priismo sonorense de una división que sólo conduciría a la derrota en los comicios del año entrante, sea quien sea finalmente el candidato. Indulgencia será palabra clave en el PRI. Ya veremos la capacidad que tienen los rojos de perdonar ofensas.

En esa charla, registrada apenas el fin de semana pasado, el personero del despacho presidencial, que es lo mismo decir que del CEN del PRI, habría argumentado ante Claudia que poco se aportaría en los próximos años, ya que lo fuerte del trabajo en el Senado está agotado con las reformas aprobadas.

¿Cómo se decidirá finalmente la nominación del candidato a gobernador de Sonora?

Como en los viejos tiempos, el gran elector ya debe tener preparado el escenario. Ya falta poco para ver el estilo Peña Nieto. La forma es fondo. Y esa máxima priista encierra la unidad partidista.

               La sentencia de Larrea a Beltrones

Por allá en el lejano año de 1993 hubo un desaguisado entre Germán Larrea y Manlio Fabio Beltrones. El magnate, ya con la concesión minera entregada por Carlos Salinas de Gortari, se negó a recibir una llamada del entonces gobernador de Sonora.

Con el tiempo las relaciones no mejoraron. Al contrario, empeoraron. Así, en 1994, después de la muerte de Luis Donaldo Colosio, Larrea se la habría sentenciado a Beltrones, al advertirle que no sería presidente nacional del PRI.

Esta disputa amenazaba con alcanzar proporciones mayores. Por ello Salinas llamó a Beltrones para conciliar entre ambos personajes. Obviamente el presidente ya había adelantado a Larrea que Manlio no sería presidente del CEN del PRI, cargo que había prometido al sonorense Raúl Salinas de Gortari.

Tiempos traen tiempos, sobre todo en política. Hoy, Carlos Salinas de Gortari es asesor del presidente Peña Nieto, que trae por la calle de la amargura al segundo hombre más rico de México. Y eso que directamente no ha intervenido en el asunto de la contaminación ambiental en Sonora. Pero no tarda en hacerlo.

Al pegarle a Larrea, Peña Nieto le pega a Salinas.

El ex presidente ya cumplió con su papel de asesor… y Manlio también como conductor de las reformas en San Lázaro. Parece que Peña no quiere vicepresidentes.

                  Lola, con esperanzas

Después de tomar con cierta tranquilidad el dedazo a favor de Damián Zepeda como posible candidato del PAN a la presidencia municipal de Hermosillo, Dolores del Río viajó a la ciudad de México para intercambiar opiniones con su amiga Josefina Vázquez Mota. Después de escuchar a la sonorense, la ex candidata presidencial le reiteró su apoyo y prometió que empujaría con toda su fuerza para que Lola fuera finalmente la candidata para Hermosillo. Josefina aprovechó para comentarle a Lola que le ofrecieron una embajada. Su respuesta aún la está pensando.