Recuperemos nuestros espacios comunes en Hermosillo.

2014
Recuperemos nuestros espacios comunes en Hermosillo.
     

@Hermosillotube

La Organización Mundial de la Salud establece que en las ciudades, se debe contar con un mínimo de 10 m2 de área verde por habitante, sin embargo en la capital de Sonora, apenas nos acercamos a los 5 m2, representando un déficit del 50% y se deben tomar cartas en el asunto para llegar a una solución.

Vecinos de las colonias Sonacer y Solidaridad segunda etapa, coinciden en la demanda de que se respeten áreas verdes, al igual que habitantes de la colonia Azores y la Verbena, pero inclusive hasta en los niveles de clase ‘media-alta’ de la ciudad del sol, sufren del robo de dichos espacios.

Los ricos también lloran

A mediados de Agosto, habitantes de la colonia Residencial Corceles, área de exclusividad ubicada en el lado Poniente, donde las casas se venden a partir del millón y medio de pesos (aunque aseguran que en un tiempo se vendían a 650 mil pesos), también se quejan de esto, puesto que sin avisarles, el Ayuntamiento cambió la situación de un predio, del que tenían por entendido, que se trataba de un área verde.

En entrevista con el Síndico Municipal Fernando Miranda Blanco declaró, ‘Apuesto 3 a 1 que en donde se pretende construir negocios son terrenos comerciales’, dejando en claro que las áreas verdes en la capital de Sonora, son intocables, sin embargo las manifestaciones recientes de vecinos de Corceles y poco después de la Cerrada Azores, es que se les está robando terrenos considerados como áreas de uso común, para instalar tiendas de conveniencia Abarrey.

Todo fraccionamiento o proyecto de vivienda nueva, son excelentes al ser entregados por los constructores, los problemas se presentan cuando los ocupan los clientes, pues algunos da por colocar sus improvisados cercos con tarimas de almacén, instalar el tendedero de ropa al frente, el que abre un abarrotes o bien en el patio trasero que no se entrega con bardeado; el que solo compra como inversión y deja la vivienda deshabitada, el que gusta de la mecánica y arregla su carro en casa y de pasada de uno que otro recomendado, llenando el frente del inmueble con aceite, motores y carros embancados.

Resulta que al comprar una casa nueva, los vendedores llenan tu cabeza de ideales, escenarios y reglamentos que nunca serán realidad, pero aún así nos la creemos, inclusive en el trazo de aéreas verdes o espacios de uso común, debidamente señalados en los mapas venta.

Esto es lo que ocurrió a Corceles, a quienes hicieron creer que donde no había edificación, eran terrenos para embellecimiento de la colonia, sin embargo el síndico municipal fue muy preciso, al informar que los desarrolladores de vivienda, tienen la obligación de asignar de sus proyectos, al menos un 3 por ciento para áreas verdes, las cuales son ‘intocables’, pero los espacios llamados por ‘sagaces vendedores’ como áreas comunes, realmente se les domina área de equipamiento y son entregadas al Ayuntamiento, para disponer de ellas como plazca.

La inmobiliaria en Azores fue aún más descarada, pues inclusive instalaron un área muy bonita, con cancha de básquet bol y un andador para realizar caminatas, inclusive lo bardearon a manera decorativa, sin embargo dicho espacio siempre apareció en el mapa de venta, como área de equipamiento.

Después de 8 años de este engaño, en este 2014 la empresa de Abarrey anunció por medio de un contratista, con sus maquinas perforadoras, que ahí les va, por lo que los vecinos se han atrincherado en el sitio para evitar que les destruyan lo que alguna vez vieron como suyo.

¡Oh sorpresa! Te instalan un campo deportivo pero no puedes usarlo

En agosto del 2011, estando recién estrenado el presidente Municipal Alejandro López Caballero, se inauguró un bonito campo deportivo con pasto sintético en la colonia La Verbena, que ha decir verdad el vasto color verde instalado en el terreno, aunque sea de mentiritas, luce bastante bien y se antoja pasar un día con la familia ¿y porque no?, hasta hacer un picnic si el día está nublado.

Pues resultó que el campo deportivo fue federalizado y asignado para uso exclusivo para equipos de fútbol americano en la localidad, por lo que aquello que imaginabas que era para tu bien, resultó ser un robo de espacio público. Más gustaba el campo de tierra en el que podías andar en bicicleta, enseñar a manejar, correr, tirar la pelota y todo aquello que de vez en cuando, buscas hacer con tu familia.

Apenas el pasado 28 de Agosto, al entrevistar al director del Instituto del Deporte Hermosillense Cristóbal Vargas, éste se mostró sorprendido al escuchar la denuncia, que el emparrillado con pasto sintético, no solo es utilizado para juegos y entrenamientos de los equipos, sino que también permanece cerrado con candado todo el día, así como durante las fechas fuera de temporada, lo cual ha encolerizado a los habitantes de la colonia, pues a ellos también se les prometió un área verde en su proyecto y la mayoría de los jugadores, ni residentes son.

Mas abusados fueron en la antes invasión y hoy colonia Café Combate al norte de la ciudad, donde también el municipio quiso hacerles la misma jugada, colocándoles un pasto sintético, enrejando el área, pero no paso mucho tiempo, cuando los habitantes se dieron cuenta de la injusticia y prontamente tumbaron las cercas. Hoy es muy bonito pasar por el sitio y ver a las familias disfrutando de ese campo verde artificial.

Creo que es tiempo que empecemos a pensar en el bien común, si éste presidente municipal no tuvo esta visión o bien sus funcionarios se la ocultaron, futuras administraciones deben hacerlo.

Un área común es definida por su propia palabra, debe ser asignada para todos y de todo credo, pues dichas áreas de equipamiento, muchas veces son ‘donadas’ a la iglesia católica para la edificación de sus templos y en este México moderno, en donde se respeta la libertad de culto, ya debemos pensar en centros de uso múltiple, que en una hora lo puedan usar los católicos, en otra los mormones y los cristianos, etc, también para reuniones sociales, fiestas y piñatas…y a quienes no les guste que compren su propio terreno, pues éste, es público.