Bisturí. La estrategia de Padrés

2014
Bisturí. La estrategia de Padrés
     


Por José Luis Parra

La proyección alcanzada a nivel nacional por Guillermo Padrés en su postura de reto al poder presidencial, no hay que encasillarla en un berrinche, acto de soberbia, altanería o en el clásico bravucón de cantina. Para nada. Quizá el mandatario se decidió por la ruta de la confrontación para alcanzar la presidencia nacional del PAN y desde esa privilegiada posición seducir a los diferentes factores de poder con la intención de poner a disposición de alguno de los integrantes de su grupo político, o para él mismo, la próxima candidatura presidencial.

Posiblemente en esa estrategia de altos vuelos no se contemplaba el escándalo registrado por la presa particular en el rancho del gobernador. Eso sí le hizo daño y en un descuido lo sacó del carril.

Uno de los panistas más conocidos en el país es actualmente el gobernador de Sonora. ¿Mala o buena fama? Es lo de menos. En política, como en otras actividades, reza la máxima: Qué hablen mal de ti, pero que hablen. Y lo mejor, ese caudal de publicidad le salió casi gratis a Padrés. Bueno, pagó algunos desplegados, me imagino, con cargo al maltrecho erario estatal. Pero el objetivo central se cumplió. El Memo es más conocido que los factores de poder incrustados en ambas cámaras del Congreso de la Unión, la ex candidata presidencial y la mayoría de los personajes azules del momento.

Esa eventual ruta padrecista ya se abordó en este espacio. Su amigo más cercano en esa aventura sería el gobernador poblano Rafael Moreno Valle, un político cercano a los afectos de diversos grupos políticos y de la maestra Elba Esther Gordillo, que desde prisión sigue controlando los hilos del poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

La periodista Martha Anaya, en su más reciente columna, nos ofrece un panorama que coincide con esta percepción. Por considerar de interés esa posibilidad en el futuro político de Padrés, reproducimos parte de ese artículo:

La escena transcurrió a espaldas del templete que los panistas levantaron en la glorieta del Ángel de la Independencia para dar “El Grito” la noche del 15 de septiembre.

    Había buen ambiente entre la concurrencia -alrededor de unas mil a mil 500 personas situadas en los carriles centrales del semicírculo que corre de este a oeste sobre Reforma-, animada por bandas y mariachis.

    Y en lo menos que pensábamos (los periodistas ahí presentes) era que Gustavo Madero aparecería malhumorado. Mucho menos tratándose del arranque de los festejos de los 75 años de Acción Nacional.

   Pero así ocurrió. Al menos con la prensa (de por sí desde hace días ha arremetido contra los medios).

    ¿La razón esta vez? Lo que publicó el diario Reforma acerca de que Madero renunciaría a la dirigencia nacional para ir en busca de un lugar en la lista de diputados y convertirse en el coordinador de la fracción azul en la próxima legislatura.

    Eran pues poco más de las siete de la noche. Madero salió de una pequeña carpa situada tras el templete donde al poco rato lanzaría ¡vivas!para Acción Nacional y en medio del ruidero de la música escuchó las dos primeras preguntas:

    -Una, sobre la posición del PAN para con el gobernador de Sonora, Guillermo Padrés (y su conflicto con la Federación); y otra sobre el panista queretano que llamó “simio” al futbolista brasileño Ronaldinho.

    En ninguna de ellas hubo mayor problema. Dio la posición de su partido.

    Pero con la tercera pregunta, el chihuahuense, irritado, entró en un toma y daca poco común:

    -¿Es cierto que va a buscar una curul y que va a renunciar?-, interrogó Mayolo López, reportero de Reforma.

    -Hay que preguntarle a Junco-, contestó seco Madero.

    -¿Por qué no nos aclara usted?-, insistió el periodista.

    -Pregúntale a (Alejandro) Junco; Junco es el dueño del periódico que está diciendo eso.

    -¿Por qué no nos aclara? ¿No es cierto, entonces?

    -Pregúntale a él, a Alejandro Junco, él es el que lo dice…

    Una y otra vez insistió Madero con esa frase retadora, hasta que finalmente añadió:

    “Es una estrategia que tiene el periódico de Alejandro Junco donde agarran un chisme y luego se ponen a pedir declaraciones sobre un chisme y empiezan a amarrar navajas; esa es la estrategia un poco lastimosa de un periódico nacional de Alejandro Junco”.

    Dicho lo cual dio media vuelta y se alejó de cámaras y micrófonos. Insistimos en conversar con él, pero nada. Se fue a saludar a la gente (por cierto que no asistió ninguno de los ex presidentes del partido invitados, ni ninguna figura del blanquiazul que llamara la atención más allá del presidente del PAN en el DF, Mauricio Tabe)

    Como notarán, Madero estaba muy molesto con el tema de su posible renuncia a la presidencia del partido, pero en ningún momento del toma y daca la desmintió.

    Eso sí, en su cuenta de twitter encontramos este apunte: “@reformanacional por dolo o ignorancia publica trascendidos sin fuente para exacerbar la irritación entre panistas y ventilarla impunemente”.

    Así de bien andan las relaciones de Madero con los periodistas