Cuando bajamos del autobús le pregunte al taxista ¿Dónde puedo conseguir un hotel barato?   Y me contesto ¿Cuánto es barato? Y le conteste “uno de unos 500” y el taxista me replico “también hay de 300 a 800 dólares”; mis hijos pequeños sonrieron ante mi cara de asombro y le conteste “señor hablo de 500 pesos mexicanos”.

Perturbado le hable a mis compañeros y le avise que estaba en la Central camionera que era muy  noche (casi la una de la mañana) y que no podía estar mucho tiempo ahí por, y sobre todo, mis hijos; ellos llegaron en 20 minutos y no alojaron en una hotel modesto que por casualidad tenía un costo de 500 pesos mexicanos.

La razón del viaje fue porque un grupo de familias de Peñasco se posesiono de varias viviendas abandonadas y que ahora un grupo que se dedica a la especulación de la vivienda desea adquirirlas para su reventa: Metrofinanciera (1.-)

Ellos fueron a Hermosillo en busca de solidaridad y la Coordinadora Nacional para la Defensa de la Vivienda Popular (CNDVP) inmediatamente tomo cartas en el asunto por considerar que era un asunto de suma gravedad; además de una conferencia de prensa, hablamos con el presidente municipal Gerardo Figueroa y le externamos nuestra preocupación de una salida violenta al conflicto social y le dijimos que la CNDVP tenia negociaciones con el INFONAVIT y que por ahí podría venir una salida digna; accedió y me dijo que estaba abierto al dialogo.

Cuando se llevo a cabo la asamblea con lo precaristas en Peñasco notamos la falta de experiencia de los moradores y les dijimos que su situación era grave y que la administración municipal, los inversionistas extranjeros y locales tratarían de darle un “manotazo” para acabar de raíz con todo intento de organización de los pobres de la ciudad.

Para empezar a presionarlos conocidos “coyotes” o gentes sin escrúpulos fueron  contratados, como Hiram Carrillo (2.-) y Blanca Acevedo (3.-).

Y ellos se han encargado de hostigar a los precaristas a pedido de Metro financiera y ahora en la madrugada un policía municipal de nombre Jorge Alberto Sinohui Urquidez  se dio la tarea de tumbar los cercos de la vivienda ocupadas (4.-); todos ellos han actuado fuera de la ley cobijados por la impunidad de la presidencia municipal; aunque hoy el presidente lo niegue.

Las viviendas que estaban en pleno abandono (por años) pretenden adquirirlas Metro financiera para su reventa; lo cierto que solo están reclamando 5 de las 17 viviendas; el resto están en la incertidumbre legal en cuanta  a la posesión.

Se sabe que la presidencia municipal está preparando una campaña de desprestigio contra los dirigentes de la CNDVP para primero alejarlo de los precaristas y después aislados darle el manotazo; es posible que el presidente no esté calculado bien sus acciones para desalojar; no es la primera vez que la CNDVP tiene este tipo de enfrentamientos con las autoridades ni creemos que sea la última; lo cierto que haga lo que haga el presidente y los especuladores en nada les va a beneficiar; ya no pueden ocultar que en el paraíso de los extranjeros, hay una grave rezago en vivienda popular.

Los mexicanos ganan 2 mil pesos por quincena en un ambiente indignante donde los hoteles oscilan  a precio por noche de entre 8 mil a 15 mil pesos; y ahora que solo quieren un lugar donde vivir o sobrevivir los quieren tratar como los peores delincuentes.

La administración municipal tiene cientos de vivienda en proceso de embargo; 17 viviendas seria como quitarle “un pelo al gato” pero si recurren a la violencia como solución es más seguro que el conflicto se intensifique y Metro financiera sabrá lo que es tener una invasión masiva; vale más; que los dos; la administración municipal y Metro financiera lo piensen y se sienten a negociar; al tiempo.