Imposible sustraernos al tema del momento: la segunda fuga del ‘Chapo’ Guzmán. Son algunas las lecturas y consecuencias.

 

Es el símbolo de impunidad y fracaso del sistema de justicia en nuestro país Un certero golpe al gobierno del Presidente Peña Lastima la colaboración en materia de justicia con Estados Unidos que desde febrero de 2014 pidió su extradición y le fue negada bajo el argumento que “no era necesario, pues no había riesgo de escape del penal donde había sido recluido” Exhibe la fragilidad de nuestras instituciones.

 

Lo sucedido el fin de semana refleja la tragicomedia de la justicia en nuestro país y pone de relieve, una vez más, nuestra mayor debilidad: impunidad ¿Que hay corrupción? Sí, porque hay impunidad.

 

Y por otro lado llama la atención la especie de diversión que provocó la noticia en redes sociales, donde ciudadanos se refieren a Joaquín Guzmán con admiración y reconocimiento como quien burla al gobierno una y otra vez. Casi se olvida quién es Joaquín Guzmán Loera.

 

El mensaje no puede ser peor.

 

Es inevitable recordar aquélla carta que la actriz Kate del Castillo le escribió al hoy nuevamente prófugo tras su captura en 2014 afirmando que cree más en él, que en las instituciones y el gobierno de México.

 

En contexto, Enrique Peña Nieto llegó a la Presidencia de la República emanado del PRI, pero legitimado por un proceso democrático y no gracias a un sistema autoritario como en el pasado.

 

Logró con once reformas estructurales al hilo, colocar a México como un país de vanguardia, con todo y sus cuestionamientos; ganador indiscutible de las elecciones intermedias al alcanzar su partido mayoría en la Cámara de Diputados y 5 de las 9 gubernaturas disputadas.

 

Pero algo sucede que estos logros no alcanzan la luz en plenitud; algo nos frena una y otra vez, pues a la par sucedieron hechos que nos hicieron retroceder varias décadas: Ayotzinapa, Tltatlaya, Apatzingan, el raquítico crecimiento económico y la devaluación frente al dólar.

 

La segunda fuga del ‘Chapo’ Guzmán representa un duro golpe a un gobierno que llegó con altas expectativas y que parecía caminaría sobre nubes de algodón, aprendida ya la lección del pasado.

 

México está en problemas a los ojos del mundo y las relaciones con nuestro principal socio y vecino en materia de justicia han quedado lastimadas, y con el antecedente de la solicitud de extradición que le fue negada.

 

De entrada Estados Unidos ofreció apoyar las investigaciones y trabajos de inteligencia que lleven de nueva cuenta al narcotraficante y es muy probable que no espere una respuesta para iniciar su propia búsqueda, como probablemente tampoco permitirá que sean las autoridades de México quienes lo capturen y resguarden.

 

Y por último la fragilidad de las instituciones en nuestro país. El estado mexicano está carcomido por dentro por la corrupción; falla cotidianamente en la provisión de seguridad; no es eficaz en la aplicación de la ley.

 

Mientras el Presidente y una comitiva viajan a Francia en lo que se percibía una de las visitas de Estado más importantes del sexenio, entre ellos los secretarios de Defensa y Gobernación, resulta que aquí el ‘chapo’ se va por la regadera, así de fácil.

 

No menos de 300 viajes de tierra y escombro se realizaron para cavar un túnel de las dimensiones dadas a conocer. Presumiblemente Guzmán Loera se fue en moto por un túnel ventilado e iluminado de 1.5 kilómetros que llegó justo a la regadera donde él se aseaba regularmente.

 

Los custodios esperaron más de 50 minutos para percatarse que estaba tardando en la ducha; mientras, él pudo salir al exterior en unos 10 minutos aproximadamente sin mayores dificultades.

 

De ese tamaño nos vemos desde afuera.

 

El Presidente Enrique Peña Nieto está obligado a hacer cambios en el gabinete, y lo hará no lo dude usted, pero el problema no es de personas, es de falta de incentivos para respetar las leyes o temer la justicia.

 

El problema es pues, la falta de aplicación de justicia en sí. De ahí derivan todas nuestras crisis: económica, política, social, de valores, institucional.

 

Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través del correo electrónico davidfigueroao@me.com; y  en redes sociales:  Twitter @DavidFigueroaO /Fb David Figueroa O.

Reseña: David Figueroa Ortega es empresario, Ex Cónsul de México en Los Ángeles y San José California; Ex Diputado Federal; Ex Alcalde de Agua Prieta; Ex Dirigente del PAN en Sonora.