Bisturí. La injusticia de Arely Gómez 

2016
Bisturí. La injusticia de Arely Gómez 
     

La procuradora Arely Gómez, que ya empieza a ser conocida de los sonorenses, aplica perfectamente en el famoso Principio de Peter, o principio de incompetencia. 
En su permanencia en la PGR, luego de ser integrante de la Telebancada en el Senado (la funcionaria es hermana de Leopoldo Gómez, uno de los vicepresidentes de Televisa), ha sumado puros fracasos de escándalo: 
La segunda fuga de El Chapo Guzmán, la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, el reciente conflicto en Oaxaca, un movimiento más guerrillero que magisterial, entre otras perlas de sabiduría. Y ahora la fiscal ignora los reclamos ciudadanos que exigen castigo para Guillermo Padrés y funcionarios de su gobierno que tienen la fama de ser el más corrupto de la historia de Sonora. 
Pareciera que doña Arely avala la inocencia de Padrés, con la ausencia de la palabra justicia en su vocabulario. Y en cambio deja entrever que el término impunidad es más de su agrado. 
Fue la propia gobernadora Claudia Pavlovich, como portavoz de la población sonorense que se siente agraviada por el desgobierno de Padrés y socios, quien envió una carta a la procuradora, que hizo circular en redes sociales, en la que hace un llamado respetuoso a concluir las investigaciones por corrupción sobre Guillermo Padrés. 
Claudia exigió que la PGR actúe contra Padrés y colaboradores cercanos que protagonizaron cientos de escándalos y centenares de procesos penales por actos de corrupción. 
En ese videomensaje, la mandataria dejó en claro que los sonorenses viven la incertidumbre de no saber si habrá castigo para quienes nos defraudaron y fallaron a su confianza...". 
Y remarcó, para que quedara bastante claro: "Las denuncias son del ámbito federal y corresponde a las autoridades federales proceder en consecuencia y con eficacia, para que este ejemplo no se vuelva a repetir en nuestra sociedad". 
A manera de contexto, por aquello que doña Arely no estuviera enterada, Claudia afirmó: El gobierno de Sonora ha colaborado intensamente en la investigación. Los sonorenses hemos seguido al pie de la letra cada petición de información para la integración de los expedientes, y no encontramos en las respuestas de la Procuraduría General de la República la resolución de varias averiguaciones previas; desde aquí, me dirijo a la Procuradora General de la República y exijo la certeza de que no habrá impunidad y recibiremos la justicia que necesitamos". 
A este reclamo de la gobernadora Pavlovich, la PGR contestó que este caso se determinará conforme a las reglas de competencia, procedimentales y en los plazos que establece la Constitución y las leyes procesales aplicables. 
Y ante esta postura de doña Arely, la gobernadora reviró. Dijo: Lamento que en la respuesta la titular de la PGR no haya incluido la palabra justicia o no impunidad. Agregó que seguirá buscando los canales para concluir las investigaciones sobre los delitos de corrupción de la anterior administración, ya que es un reclamo de los ciudadanos. 
Aquí el punto es que la PGR tiene varias investigaciones en curso contra Guillermo Padrés, por lavado de dinero, operación con recursos de procedencia ilícita, ejercicio indebido del servicio público, ejercicio abusivo de funciones y delitos contra la administración de justicia. 
Aparte, integra una averiguación previa que implica a la ex primera dama de Sonora, Iveth Dagnino de Padrés, en tráfico de bebés recién nacidos, esto cuando era presidenta del DIF. 
En las denuncias del orden federal también involucran a los hermanos del ex gobernador, cuñados, sobrinos y a varios secretarios en su gobierno. Su ex secretario de Comunicación Social, Jorge Morales, está en prisión por extorsionar a empresarios, mientras que el ex secretario de Gobierno, Roberto Romero López, está prófugo de la justicia y es buscado por la Interpol en 179 países. 
Pero este rosario de delitos, al parecer, no bastan para que doña Arely cumpla con su obligación de impartir justicia y castigar a los culpables del atraco a Sonora. Cuando compareció ante la prensa para dar la cara sobre la segunda fuga de El Chapo Guzmán, la funcionaria se vio muerta de miedo, balbuceante, equivocando las palabras como un trabalenguas. Cuando intentó tomar el micrófono sin éxito al ocultarse detrás del pódium, se vio chiquita. Así se ve con el caso Padrés. Para los sonorenses que reclaman justicia, la PGR le queda grande a doña Arely. 
Ya se extrañan los famosos fiscales de hierro de antaño.
Por José Luis Parra