Continuando con el tema de la corrupción y el acostumbrado tráfico de influencias en el Supremo Tribunal de Justicia heredado de tiempos atrás, destapado recientemente gracias al alarde del abogado farsante y estafador de Otoniel Gómez Ayala que dice tener una gran influencia en el poder judicial por sus conexiones de amistad y parentesco con diversos empleados y funcionarios del STJ, esta gustada revista El Acabose Fiel A La Verdad nos dimos la tarea de investigar a fondo a ciertos personajes que se sabe públicamente han estado en complicidad con el despacho de Otoniel Gómez Ayala.

La recién nombrada magistrada regional  del primer circuito Elvia Zatarain Andablo originaria de Guaymas Sonora aceptó el cargo de magistrada aún a pesar de que su esposo José Nahúm Martínez Gutiérrez era recién nombrado juez civil en Agua Prieta y actualmente es juez en Nogales bajo la administración del Presidente Francisco Gutiérrez Rodríguez.

No conocemos todavía cuales son las “tablas” ni las capacidades de la licenciada Elvia Zatarain para ser nombrada magistrada ya que como juez familiar dejó mucho que desear y hasta donde investigamos tiene una tacha en su pasado que da mucho de qué hablar cuando de juzgar vidas y familias se trata, solamente se sabe que ocupa el cargo de la ex magistrada Aurora Velarde Verdugo mejor conocido como “La Colorina”  despedida del STJ porque fue denunciada públicamente por su corrupción y tráfico de influencias en esta revista en edición número 83 por entrometerse en un asunto de un divorcio para favorecer a una amiga de ella.

Creemos que el cargo que ostenta actualmente la magistrada Elvia Zatarain Andablo y su esposo José Nahúm Martínez Gutiérrez quizás no sea ilegal, pero ética y moralmente es bastante cuestionable por los famosos casos de tráfico de influencias que se suele dar dentro del poder judicial, quizás el cargo de ambos esposos contravenga a lo dispuesto en el artículo 63 de la  LEY DE RESPONSABILIDADES DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS DEL ESTADO Y DE LOS MUNICIPIOS en su artículo 63 Fracción XVIII y XXII.

Veremos que dice el Presidente del STJ al respecto, por mientras seguiremos echando un clavado investigando a los jueces y funcionarios de los juzgados familiares para poder decir “el buen juez por su casa empieza…”