Bisturí. Los justicieros que acabaron con el ISSSTESON

2016
Bisturí. Los justicieros que acabaron con el ISSSTESON
     

El actual sistema obsoleto, con un modelo de gobierno agotado, se refleja con todas sus carencias en la situación actual de crisis que vive el ISSSTESON. En esta institución urge un cambio, un verdadero golpe de timón, porque de lo contrario el actual gobierno expedirá su acta de defunción. Este escenario debió estar calculado desde el inicio de gobierno de Claudia Pavlovich. Los males ya se exhibieron. Ahora debe venir la cura, las acciones que permitan alargar la vida del Instituto.

¿Otra reforma a la Ley 38 del ISSSTESON?

Quién sabe.

Pero la situación en el ISSSTESON es realmente grave. Va un pequeño ejemplo: Este jueves una pensionada que recorrió las oficinas en busca de buenas noticias para empezar a recibir su pago después de cinco meses de espera sin recibir sueldo, observó que no había ni para copias. Y cuando preguntó si había fecha para que se arreglara su asunto, le respondieron: Para marzo del año entrante.

Pero dicen los que saben de leyes que después de seis meses la ley protege al trabajador en este tipo de condiciones. Esta trabajadora se enteró de otras ex compañeras que tienen esperando un año y de los propios empleados en activo que no recibieron en su totalidad la primera parte del aguinaldo.

Estos son trabajadores.

No la casta dorada de ex funcionarios que fue balconeada.

Y aquí la misma ley se podría estar violando.

Para empezar estamos hablando del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Sonora.

TRABAJADORES, no funcionarios que son empleados de confianza y que por lo tanto, al estar en esa categoría, el mismo ISSSTESON estaría violando la ley.

Ayer se empezaron a conocer los nombres de estos funcionarios quemados. El exhibirlos fue una sabia decisión. Pero deben mostrarnos al resto.

La lista de la vergüenza, recortada, curiosamente es encabezada por personajes que tuvieron la responsabilidad de impartir justicia. Para conocerlos y criticarlos, hay que ver sus nombres. Estos personajes es una pequeña parte de los vicios de un sistema de gobierno obsoleto, agotado:

Ignacio Contreras Islas, ex magistrado del Supremo Tribunal de Justicia (STJ), recibe una pensión mensual de 158 mil 927 pesos.

Wenceslao Cota Montoya, ex procurador de justicia y actualmente delegado de la Secretaría de Gobernación (sin duda con un salario bastante decoroso), está pensionado con 158 mil 815 pesos.

Gloria Ruth Hernández Félix, quien trabajó en el Juzgado Primero Mercantil, recibe 142 mil 152 pesos.

Max Gutiérrez Cohen, ex magistrado presidente del STJ, está anotado con 137 mil 660 pesos.

Rolando Antonio Sayas Antillón, ex magistrado del STJ, percibe 127 mil 200 pesos.

Hilda Benítez Carreón, ex presidenta del Consejo Estatal Electoral, se apunta con 126 mil 417 pesos.

Arnoldo Hernández Peña, secretario delegacional de jubilados del SNTE, con méritos suficientes para recibir 117 mil 845 pesos.

Rosa Medina Ríos, quien interpuso un amparo en contra de la institución por el pago de cuotas, al final ganó la módica suma mensual de 116 mil 539 pesos.

Marla María Ruiz Figueroa, ex subdirectora administrativa del ISSSTESON ( a quien le aumentaron el sueldo antes de jubilarse), está pensionada con 116 mil 539 pesos.

Y José Ley Mendoza, supervisor de Educación Secundaria, está anotado con 105 mil 230 pesos.

Estos diez personajes, que en su calidad de pensionados ganan más que la gobernadora Claudia Pavlovich, es parte de los 300 derechohabientes a los que se les pretende reducir sus pensiones a 75 mil pesos mensuales.

Seguramente estos personajes se ampararán para seguir gozando de las cantidades originales.

Pero insistimos: Si fueron empleados de confianza no debieran ser considerados como trabajadores con derecho a pensión, menos a recibir esas cantidades millonarias anualmente.

¿Por qué mejor no aplican la ley a secas y les retiran ese privilegio?

Muchas pensionadas, jefas de familia en ocasiones, que batallan por meses y años para recibir su primer pago, se lo agradecerán.

Claudia Pavlovich tiene la palabra.