Dicen que la política divide familias. Y cuando los cacicazgos políticos se sienten perdidos, sacan a relucir toda su carga negativa, arremetiendo contra todos, incluso contra familiares directos. Este es el caso de los ataques de Javier Gándara Magaña contra su primo Ernesto Gándara Camou.

A manera de contexto debemos tener en cuenta la postura de Myrna Rea, candidata panista a la alcaldía de Hermosillo, quien pecó de una memoria flaca cuando denunció que el terreno de Juan Valencia, en la zona del Vado del Río, en Hermosillo, se había adjudicado al ex dirigente estatal del PAN en la administración de Ernesto Gándara.

Doña Myrna olvidó que el escándalo de ese millonario terreno vendido a precio de ganga se registró en la administración municipal de Javier Gándara Magaña, su impulsor en la política partidista y promotor de su candidatura a la presidencia municipal de Hermosillo.

¿Que ya se le olvido a la candidata el cantinero de Navojoa que era propietario de ese terreno, de mentiritas, claro, y que no lo sabía?

Obviamente Javier Gándara fue el artífice de ese ataque contra su primo.

Y doña Myrna, al parecer, se prestó a esa jugada.

Vamos, señoras y señores panistas, hay memoria periodística.

Incluso el equipo jurídico de esa época, que tuvo también responsabilidades en el área de Sindicatura, confirmó que el mencionado terreno se había negociado en el gobierno municipal de Javier Gándara.

En esta historia hay de dos sopas: Una, que Myrna Rea se siente derrotada y busca ganar algunos puntitos con ese tipo de declaraciones. Y dos, Javier Gándara le debe traer algún tipo de rencor a su primo Ernesto.

La pregunta queda en el aire: ¿Por qué Javier ataca a su primo Ernesto Gándara?

¿Hasta cuándo va a gobernar Angelina Fernández?

Y es que la alcaldesa capitalina tiene varios frentes abiertos en diferentes áreas de la administración municipal, principalmente en recolección de basura.

Este servicio, que siempre había funcionado a la perfección en todos los gobiernos anteriores, desde hace rato es un desastre.

Cierto, es un problema heredado del Maloro Acosta, pero en nada ha mejorado.

A veces los sufridos ciudadanos sienten que el servicio empeora cada semana.

¿A doña Angelina no la dejan gobernar?

Si no es así, el rol de figura manejable lo interpreta a la perfección en esta comedia.

Un pequeño ejemplo, que ya se abordó en este espacio, es el de una buena cantidad de basura que ocupa una buena parte de la calle De las Higueras, en la colonia Agualurca.

La imagen no deja lugar a dudas.

Pareciera que a la presidenta municipal le valle gorro este problema de salud.

Porque es muy fácil que mande personal a investigar qué vecino ordenó adueñarse de la calle para depositar los desperdicios que había en la casa que limpió. El tipo que sacó la basura y la depositó en plena calle es conocido y lo encuentran fácil. Y que se multe al responsable y que pague por la limpieza de la calle, desde hace rato obstruida por la basura.

Hasta donde sabemos esta denuncia no fue del agrado del personal que apoya a Angelina Muñoz.

¿Entonces es cuestión de ovarios?