Ciudad de México, 29 ene (dpa) - Una explosión de gas, atribuida a una fuga en un camión cisterna, provocó hoy dos muertos y 66 heridos, entre ellos bebés recién nacidos, en un hospital materno infantil de Ciudad de México, informaron las autoridades, en un caso por el que hay tres detenidos.

La explosión ocurrió durante la mañana en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, en el oeste de la ciudad, poco después de que los bomberos llegaran a atender la denuncia de una fuerte pérdida de gas.

Más de 1,000 brigadistas, apoyados por perros, buscan a mano entre los escombros a posibles víctimas. El Ejército puso en marcha el plan DN-III de emergencias y participa en las labores.

Durante unos cinco minutos había estado saliendo gas y muchas personas alcanzaron a abandonar el hospital al sentir el olor. Los operadores del camión cisterna intentaron frenar la salida de gas usando sábanas hasta que llegaran los bomberos.

"En el momento mismo en que los bomberos empezaban a realizar su trabajo se suscitó esta fuerte explosión", dijo el alcalde de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.

En ese momento había un centenar de personas en la clínica, entre ellos ocho recién nacidos.

Los muertos son una mujer de 25 años y un bebé de tres semanas de vida, de acuerdo con el secretario de Salud capitalino, Armando Ahued. Entre los heridos hay 21 niños, de los que siete están graves. También siete adultos están en situación delicada.

"Cuando menos el 70 por ciento del inmueble está colapsado (destruido)", dijo Mancera, en una conferencia de prensa para hacer una primera evaluación de los daños.

El hospital, que cuenta con 38 camas, pertenece a la red de salud pública de la capital y atiende principalmente a embarazadas, parturientas y bebés.

La deflagración ocurrió alrededor de las 07:15 de la mañana hora local (13:15 GMT). Un bebé recién nacido fue rescatado con vida pero con traumatismo craneoencefálico y ocular, según la televisión.

Los detenidos son los tres operadores del camión cisterna, que también se encuentran hospitalizados, dos de ellos en situación delicada. Entre los heridos hay dos bomberos, un policía y dos enfermeras.

La empresa dueña del camión, Gas Express Nieto, tiene desde 2007 un contrato para abastecer de gas a los hospitales de Ciudad de México y en julio del año pasado había sufrido una explosión en Querétaro, en el centro del país, en la que murieron dos personas.

Mancera informó que la fuga de gas podría haber sido causada por una perforación en una manguera del camión cisterna o una válvula defectuosa, pero dijo que le corresponderá a los peritos determinar qué pasó.

En México es habitual que el abastecimiento de gas se haga por medio de camiones cisternas, llamados "pipas", que recargan los tanques de casas, escuelas y otro tipo de edificios.

El director de Protección Civil de la capital mexicana, Fausto Lugo, dijo que las zonas más dañadas fueron el área de emergencias y de cunas.

Según la televisión, la "pipa" estaba en un estacionamiento del hospital junto a la cocina, que a su vez colinda con la zona de cunas y emergencias.

Al sitio llegaron el secretario de Gobernación (ministro del Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, el alcalde de la capital, la ministra de Salud, Mercedes Juan, el jefe de la policía de la ciudad y otros funcionarios.

"Mi tristeza y solidaridad a los heridos y familiares de quienes perdieron la vida esta mañana en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa", expresó el presidente, Enrique Peña Nieto, a través de su cuenta de Twitter.

El papa Francisco expresó su solidaridad a través de Twitter. "Recemos por las víctimas de la explosión en el hospital de Cuajimalpa, México, y por sus familiares que el Señor les conceda paz y fortaleza", escribió.

Algunos de los lesionados sufrieron quemaduras, otros resultaron heridos por los escombros o por cristales que se rompieron por la explosión.

"La situación está controlada pero no deja de ser grave. Los servicios de emergencia trabajan en el punto", afirmó el jefe de gobierno del distrito de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava.

El edificio fue desalojado por completo. Se estableció un cerco de seguridad alrededor de la zona para evitar el paso. Un mercado vecino también tuvo algunos daños y varias escuelas de la zona sufrieron rotura de cristales y fueron evacuadas.