En Sonora, a 47 días de iniciar las campañas electorales para gobernador, la utilización de avionetas como taxis aéreos por los principales contendientes es investigada por la Fiscalía para Atención de Delitos Electorales (Fepade) y la Unidad de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE).
Los viajes aéreos de Claudia Pavlovich, abanderada del PRI-PVEM, y Javier Gandara, candidato del PAN, para asistir a diversos actos de campaña, han generado un escándalo por la sospecha del origen de los recursos utilizados y la licitud de las empresas contratadas para el servicio.
Derivado de la reforma política, vigente desde el 23 de mayo de 2014, la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE) establece un sistema nacional de fiscalización, cuya rectoría está a cargo del INE; es decir, la investigación por un supuesto uso indebido de recursos a través de transporte aéreo, aunque se trate de una elección local, será encabezada exclusivamente por la Unidad Técnica de Fiscalización del órgano electoral nacional.
En el caso de la aeronave utilizada por Claudia Pavlovich, el Partido Acción Nacional (PAN) presentó una denuncia ante la Unidad de Fiscalización del INE, misma que inició un procedimiento sancionador para determinar el origen de los recursos erogados en taxis aéreos por la candidata priista y determinar si estos fueron incluidos como parte de sus gastos de campaña.
En específico, la denuncia es sobre el uso de la avioneta Cessna N233JH, propiedad de la empresa Acuícola Sayri, cuya factura, hecha pública por Pavlovich, es por un monto de 273 mil pesos por 21 horas de vuelo entre el 6 y 27 de marzo. El supuesto comprobante fiscal no detalla la matrícula ni el modelo de la aeronave.
Acción Nacional informó que también presentó ante la Fepade, dependiente de la PGR, y la Secretaría de la Función Pública, una denuncia contra Pavlovich y diversos funcionarios del gobierno federal y empresarios sonorenses por “presunta corrupción, ejercicio indebido de servicio público, ejercicio abusivo de funciones, peculado, tráfico de influencias y cohecho”.
Autocontrato
A la polémica de la candidata priista se sumó su principal contendiente, el panista Javier Gandara quien aceptó que autocontrató la avioneta bimotor XA USF para utilizarla como transporte aéreo durante las actividades de su campaña.
El aspirante de Acción Nacional dijo, durante una entrevista radiofónica, que “el avión lo compró una empresa donde está constituida en la cual, finalmente la accionista principal es mi esposa”. Gandara está casado con Marcela Fernández de Gándara, una acaudalada empresaria sonorense que ostenta la mayoría de acciones en la empresa Servicio y Mantenimiento DQ, a la que Gandara rentó la avioneta para su campaña.
El candidato blanquiazul aseguró que lo erogado en transportación aérea está catalogado como gasto de campaña ante el Instituto Nacional Electoral, e incluso manifestó que también usa un helicóptero monomotor R-66, matrícula XB-NLJ, “todo se hizo de manera correcta”, dijo.
