Fiel a su estilo de dictar estrategias a seguir por medio de mensajes, Manlio Fabio Beltrones dejó uno muy claro aquí, en su tierra, donde el PRI vuelve a gobernar: Necesitamos fortalecer una cercanía con las causas ciudadanas, sin alejarnos de la militancia, así como fortalecer la lucha por los derechos humanos, la transparencia y la lucha contra la corrupción. No podemos ignorar las causas ciudadanas, remató.

Y salió al paso de aquellos que piensan que mantendrá una influencia en el naciente Gobierno de Sonora: Estaré cerca de Claudia Pavlovich como presidente nacional del PRI. Pero dejó en claro: A Claudia le toca “gobernar por completo y a nosotros apoyarla”.

Sobre los funcionarios del gabinete priista, subrayó: A muchos conozco, a otros no tanto, pero ellos tienen una enorme responsabilidad porque Claudia ha despertado muchas expectativas en la sociedad sonorense.

En una sesión de prensa ofrecida el sábado pasado en la sede estatal del PRI, Beltrones habló sobre un eventual futuro presidencial y a pregunta expresa respondió que nunca se ha salido de la fila. El tiempo ayuda, calibró con una sonrisa, valorando que, como en su caso, el tiempo ayuda. Y recomendó: hay que hacer fila. A los que duden, aquí estoy como presidente del PRI.

Quizá la visión periférica que siempre le han reconocido a Manlio para dominar el escenario político, es una virtud hoy perfeccionada. A sus 63 años recién cumplidos, desde su sexto piso observa a sus competidores que, en edad biológica, están uno o dos niveles abajo. Sabe bien que el trabajo le ayudará, en buena medida, a fortalecer sus aspiraciones presidenciales.

Por eso, aceptó, me enfocó en el 2016. Dedico mi tiempo al trabajo en los 12 estados que renovarán gubernatura y en las importantes elecciones en Baja California, que serán casi como una elección para gobernador.

En términos prácticos, los nuevos gobernadores del PRI, de aquí en adelante, serán de Manlio, no del presidente Peña Nieto. Se estima que el tricolor ganará unas 10 de esas 12 elecciones. A ello se le deberá sumar, por razones obvias, Sonora, así como sus amigos que militan en otros partidos, que son algunos. En la construcción de una eventual candidatura presidencial, la piedra de toque estará firmemente colocada en los estados. Desde esa ramificación vendrá la fuerza beltronista.

                     Los vicios que heredan en la Procu

Las palabras que Beltrones recomendó a sus correligionarios sobre el combate a la corrupción, deben ser muy bien analizadas en la reconstrucción de la Procuraduría General del Estado, a donde llega como jefe, quién sabe por cuánto tiempo—porque le tendrían destinada la presidencia del Supremo Tribunal de Justicia, Rodolfo Montes de Oca, un hombre de leyes que se inició en las filas beltronistas.

 Primero en la consejería legal del Ayuntamiento de Hermosillo que hace buen tiempo presidió Gastón González Guerra, a quien Manlio hizo alcalde. Después en el propio gobierno beltronista fue llamado a la Coordinación de Bienes y Concesiones para dejar en orden todos los expedientes sobre terrenos. Eso convierte a Montes de Oca en un político beltronista. Aquí ya se escribió en su tiempo, pero vale la pena recordar que en el jurídico del Ayuntamiento tuvo como compañera de labores a la hoy gobernadora Claudia Pavlovich.

¿A qué viene este contexto?

Sucede que – y esto lo debe saber Montes de Oca--  el anterior gobierno de extracción panista contrató a un agente del Ministerio Público adscrito a la Dirección General de Averiguaciones Previas, de nombre Julio Javier Montalvo López, de quien sospechan realiza tráfico de influencias para venta de favores a mujeres que tienen acusaciones penales.

En la denuncia que llega a este espacio se señala a una mujer—de quien se omite su nombre por razones obvias—sobre quien pesa una acusación de fraude. El expediente, 273-15, se encuentra en la Agencia Tercera de Querellas.

El punto es que Montalvo López, un tamaulipeco que aparece como funcionario público por tierras sonorenses en marzo de 2010 como subdirector de Proyección en la Contraloría General del Estado, habría hecho un acuerdo con la mujer acusada de fraude para una ilegal labor de vigilancia para tratar de ablandar a la parte acusadora, con visitas nocturnas y acciones presuntamente intimidatorias.

 

El trabajo de “halconeo” fue desarrollado por el propio funcionario judicial, pero no a bordo de un auto oficial, sino de un vehículo particular, un Mercury Ford 2005, color gris, con placas 95 PYS, registrado a nombre de su suegro, Mario Rodríguez Hibler.

 

Obviamente el  trabajo de “halconeo” fue una cortesía que le devolvieron con creces al funcionario judicial, casado con Alejandra Rodríguez Lozano, que pertenece a una respetable familia hermosillense de empresarios que viven en la colonia Pitic.

De esta forma la parte acusadora de este conflicto investigó hasta el pasado profesional de Montalvo, cuando trabajó en el Poder Judicial de Tamaulipas, de 2007 a 2008, concretamente en los Juzgados Menores en Materia Civil, donde mostró una escasa productividad.

Esta es parte de la herencia que le dejan a Montes de Oca. Buena chamba le espera también a Carlos Castillo, que hasta donde sabemos sería el nuevo Subprocurador de Averiguaciones Previas.  Estaremos atentos al desarrollo de este caso.