Odracir Espinoza, el nuevo fiscal anti corrupción del gobierno de Claudia Pavlovich, quien tiene dentro de su trayectoria el haber ocupado el puesto de director jurídico de la CNDH, en ese puesto dejo mucho que desear al haber sido férreo defensor de Javier Limón Tapia, quien fue inhabilitado por corrupto.

2015
Fiscal anti corrupción del gobierno de Pavlovich, tiene cola que le pisen
     

Al llegar al Senado de la República Claudia Pavlovich Arellano habría decidido dejar de lado su acostumbrada prudencia para incursionar en la “Real Politik”. Entonces, se dice, buscó alianzas con dos famosos Carlos, que desde sus espacios mueven fuertes resortes de poder: Salinas de Gortari y Slim. En círculos políticos se comenta que Claudia se empezó a desenvolver en estos niveles asesorada por su principal impulsor, Manlio Fabio Beltrones. Lejos habían quedado los años en que la hoy gobernadora de Sonora hacía sus pininos en nuestra política regional.
Aquellos años, a principios de la década de los 90, cuando Claudia habría decidido incursionar de lleno en la política. Entonces, Claudia era un proyecto político familiar y de un grupo de amigos que depositaban su confianza en la hija de doña Alicia Arellano.
¿Pero quiénes eran entonces sus amigos?
En ese grupo de amigos destacaba el guaymense Enrique Claussen Iberri, desde entonces siempre en apoyo de su amiga y posteriormente comadre (los Torres Pavlovich son padrinos de una hija de Enrique), así como Ricardo “El Chapo” Barrón, Susana Corella, “La Bellita” Mazón, Kitty Gutiérrez Mazón y Orlando “El Güero” Ulloa, entre otros. Ellos, apoyados por su protector, Ricardo Mazón, ayudaban entonces a solventar parte de los gastos de los inicios de la carrera política de Claudia.
Esa sí fue visión política.
De ese grupo de amigos, el único que acompaña a la gobernadora en su gabinete legal y ampliado es Enrique Claussen, flamante director del ISSSTESON.  Y como diputadas, federal y local, Susana Corella y Kitty Gutiérrez Mazón, mientras “El Chapo” Barrón es regidor en el Ayuntamiento de Hermosillo.
Ellas y ellos, aparte de doña Alicia Arellano, fueron los primeros en ver a Claudia como proyecto político.
Hija de la famosa política magdalenense Alicia Arellano Tapia, la primera mujer senadora en el país y algunas veces candidateable a la gubernatura de Sonora, Claudia pudo tener en su madre la principal asesoría para llevar a paso firme su carrera. Fue regidora, dirigente del PRI municipal en Hermosillo, diputada local, presidenta del tricolor en Sonora  y senadora.
Claudia es abogada por la Universidad de Sonora. Aunque contaba con todas las facilidades para estudiar una carrera profesional en el extranjero, por recomendaciones de su mamá ingresó a la universidad pública de su estado natal. El idioma inglés lo estudió en Estados Unidos y lo perfeccionó en Cambridge, Inglaterra, mientras el francés en Suiza. Además tomó un curso intensivo de italiano.
De acuerdo a sus antecedentes, se puede observar que su carrera política está perfectamente diseñada, desde su preparación académica, para convertirla en una triunfadora. Pero la principal herramienta para trabajar este proyecto es ella misma. Por eso siempre se ha autocalificado como una mujer obstinada. “A veces- me dijo Claudia en cierta ocasión- dicen que mi principal virtud es la perseverancia y mi mayor defecto la terquedad”.
Y vaya que necesitó ser terca para llegar a la meta trazada.
                La defensa del Fiscal Anticorrupción
Los tiempos políticos obligaron a adelantar el nombramiento de Odracir (Ricardo si se lee al revés) Espinoza como el primer Fiscal Anticorrupción de Sonora. Hay prisa por presentar resultados en el combate a la corrupción. De eso no queda lugar a dudas. Lo que se duda es que en la arena política ruede la cabeza de un ex secretario o del mismo ex gobernador Guillermo Padrés.
El nuevo gobierno se asume como vengador de las injusticias y robos cometidos en la anterior administración.
Está levantando muchas expectativas.
Demasiadas.
Por eso era urgente habilitar un verdugo. Y el hacha le fue entregada a Odracir, un prestigiado abogado que en cierta ocasión defendió a un funcionario público acusado de corrupción.
Es el mismo Odracir que hoy presentan como implacable persecutor de ex funcionarios corruptos.
De acuerdo a recortes periodísticos, Odracir Espinoza defendió a Francisco Javier Limón Tapia cuando, inhabilitado por Contraloría al ser acusado de corrupción en 2009, hizo valer sus derechos para  incorporarse a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (donde Odracir se desempeñaba como director jurídico), bajo el argumento que este organismo no forma parte de la administración pública estatal.
Entonces, Limón Tapia promovió un amparo contra el Tribunal de lo Contencioso Administrativo. A su abogado, Odracir Espinoza,  le desecharon el amparo.
 En su presentación como Fiscal Anticorrupción, Odracir hizo gala de buena retórica. Sentenció: Terminó el tiempo de los intocables. En Sonora hemos tocado fondo en el tema de la corrupción. Mi compromiso es inobjetable, mi posición es inflexible. Que les quede claro: No hay intocables, no hay componendas, no hay más impunidad.
¿Y el episodio de la CEDH cómo se puede calificar?