Desde 1939 no se registraba en México un nivel tan bajo de inversión pública en infraestructura.Es ingenuo pensar que el desplome del peso frente al dólar no se traducirá en un aumento generalizado de los precios.

2016
Exige Acción Nacional al Gobierno federal recortar gasto corriente, aumentar inversión y frenar endeudamiento
     

A septiembre de 2015, la deuda bruta pública federal se ubicaba en 46 por ciento del Producto Interno Bruto.
Desde 1939 no se registraba en México un nivel tan bajo de inversión pública en infraestructura.
Es ingenuo pensar que el desplome del peso frente al dólar no se traducirá en un aumento generalizado de los precios.
“La economía mexicana no solamente no va bien, sino que ha tomado un rumbo francamente preocupante. En vez de apostarle a la inversión, que es la que genera empleos y activa la economía, el gobierno priista repite la fórmula de endeudamiento e impuestos que implementó a lo largo de 70 años, con resultados desastrosos para los mexicanos”, acusó el Presidente Nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés.

“Los altos niveles de endeudamiento en los que México se encuentra, el precio cada vez más bajo del petróleo y el desplome del peso frente al dólar, no garantizan la estabilidad del país ni el bienestar de las familias. Es urgente recortar el gasto corriente y retomar la inversión en obra pública, para que haya trabajo y el país sea productivo. Así lo hizo el PAN cuando fue gobierno y gracias a ello resistió la crisis”.

Anaya explicó que, según cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y del INEGI, en la actual administración ha aumentado en 6.8 por ciento el gasto corriente que se destina a funciones del gobierno, como sueldos, viáticos, oficinas, vehículos oficiales o celulares, mientras que el gasto de inversión del sector público, el cual detona el desarrollo económico, se ha reducido en un 13.9 por ciento. Asimismo, el gasto de obra pública del gobierno federal disminuyó en 26.8 por ciento, y la inversión en vivienda también disminuyó en 5 por ciento.

Sobre la deuda, Anaya Cortés expresó que su nivel actual es preocupante, pues de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, al cierre del tercer trimestre de 2015 ésta ascendía al 45 por ciento del PIB, diez puntos más que hace tres años, cuando inició el actual gobierno. De continuar así, dijo, México llegará a niveles que pondrán en duda su solvencia.

“En otras palabras, el actual gobierno priista gasta cada vez más en sus propias funciones, y no en incrementar la inversión pública en tiempos de incertidumbre económica, que es lo que puede detonar el desarrollo. No olvidemos que este gobierno aumentó los impuestos con la nociva reforma fiscal, y ahora además endeuda al país. Tales acciones demuestran que su único interés es sostener su propia burocracia, y que no está dispuesto a apretarse el cinturón, como hacen la mayoría de los mexicanos”, recalcó el dirigente panista.

“Cuando el PAN fue gobierno, mantuvo fuerte al país a través de la inversión en infraestructura y no basado en la deuda. Fue así como pudo enfrentar con éxito las crisis internacionales y construir una economía sólida”, aseguró Anaya.

Respecto a la tendencia a la baja en los precios internacionales del petróleo, detalló que será en 2017 cuando el gobierno y la Secretaría de Hacienda se enfrentarán a un problema muy grave de ajuste al presupuesto.

“Para hacer frente a esta reducción, le exigimos al gobierno que las medidas que tome sean recortar el gasto corriente, aumentar la inversión y frenar el endeudamiento; sólo así podrá decirse que actúa con responsabilidad”, afirmó el dirigente panista.

Por último, Ricardo Anaya reiteró que es inaceptable que el gobierno cierre los ojos ante la magnitud del problema de la depreciación del peso frente al dólar.

“El dólar se cotiza en máximos históricos frente al peso y esto ya está provocando fuertes pérdidas cambiarias a las empresas, lo cual inevitablemente se traduce en que inviertan menos, y por lo tanto, en que haya menos crecimiento económico y menor generación de empleos. No hay duda de que los altos precios del dólar afectan ya el crecimiento económico y la generación de empleos, y es ingenuo pensar que no se traducirán en un aumento generalizado de los precios”, concluyó Anaya Cortés.