El Presidente Municipal, Manuel Ignacio Maloro Acosta, fiel a su costumbre de aprovecharse de las desgracias para engañar a los hermosillenses se reunió con vecinos de la colonia Pimentel y les prometió por enésima ocasión tomar acciones inmediatas para el resguardo de su seguridad, a fin de que sus familias recuperen la tranquilidad perdida.

“Vamos a hacer de la Pimentel, en memoria de doña Licha, una colonia tradicional, tranquila, sencilla, como la queríamos y como la queremos, como era antes y que se respire paz”, conmino a los vecinos una vez más de que creyeran en su palabra a base de promesas vacías de sustento.

Casi culpó a los pobladores de dicha colonia al convocarlos al "fortalecimiento de los valores", para que sean un blindaje dentro de la familia ante todas las influencias negativas externas que puedan contravenir esos principios, los cuales conforman las causas de la delincuencia, olvidando que las familias hermosillenses siempre han inculcado los valores a sus hijos y los han enseñado a ganarse el sustento con el sudor de su frente a temperaturas que sobrepasan los 40 grados en verano.

Maloro Acosta siguió con el mismo discurso mediático de que su compromiso como autoridad municipal de continuar mejorando los cuerpos policíacos, los tiempos de respuesta a los reportes y generar una reacción contundente y clara ante los ilícitos, en todo el municipio, sin embargo cada vez estamos peor, pero que tal los retenes.

Anunció para la Pimentel y colonias aledañas un parque; la reparación de las luminarias y banquetas dañadas, reforzar los rondines policíacos por toda la zona.

Así mismo causará desempleo con su promesa de "corregir el desorden en el uso de suelo" que ha generado supuestos "conflictos sociales", por el establecimiento de negocios en un área habitacional. 

Durante el diálogo que por cerca de 2 horas sostuvo con los vecinos encabezados por Don Gabriel Núñez, Maloro Acosta escuchó testimonios de descontento por respuesta tardía a reportes de allanamiento, sensación de indefensión, intensiones de abandonar su vivienda para huir de la inseguridad, delincuentes que sus familiares solapan y experiencias traumáticas del pasado por hechos violentos.

Para ello puso a la disposición de una sola colonia a casi la totalidad de la corporación policíaca, olvidando se por un momento que Hermosillo no es una sola colonia y sus estrategias además de mal diseñadas e ineficientes no ponen como centro el ataque a las causas de la delincuencia, ni respondió a la petición de los vecinos de que se alejen a los distribuidores de drogas de dicha colonia y algo más grave resulto que puso a disposición solo una unidad para el resguardo de la seguridad de los colonos, la cual les pareció una burla a los residentes, ya que para ellos una sola unidad será insuficiente para atacar a la gran cantidad de delitos que se comenten las 24 horas del día.

Los vecinos quedaron totalmente decepcionados por haber perdido 2 valiosas horas de su tiempo en escuchar promesas del tipo electoreras y sin sustento por parte del alcalde municipal y prometieron seguir en su proyecto, el cual incluirá rondines por las calles en busca de malvivientes, los cuales prometieron poner en su lugar.