A un par de días en que entre en vigor otro aumento del 35% en las tarifas del agua en la capital sonorense, la clase trabajadora y vulnerable se prepara para ajustarse aún más el cinturón y poder pagar el recibo del agua.

Nuestra investigación que hemos llevado a cabo en este delicado y polémico tema, nos llevó a conocer también serias y graves irregularidades cometidas y ejecutadas durante la pasada administración municipal en el Organismo Operador de Cajeme.

Pues resulta que quienes estuvieron al frente de ese organismo con sede en Ciudad Obregón perpetraron un enorme daño patrimonial y quebranto a las arcas del Municipio, son los mismos que hoy están al frente de Agua de Hermosillo.

Manuel Ignacio "Maloro" Acosta, recién tomó posesión y nombró a estos personajes como los "gurús" del agua, afirmando que en Cajeme habían hecho un excelente papel por lo tanto venían a rescatar y sacar adelante Agua de Hermosillo.

Renato Ulloa Valdez y Sergio Pablos fueron designados como director general y director comercial respectivamente en dicho Organismo Operador de Hermosillo para luego empezar a aplicar una estrategia muy similar a la de Cajeme.

A lo largo de nuestra investigación hemos podido corroborar infinidad de serias anomalías que empezaron a suceder como son  la baja de usuarios que se dedican al desarrollo de vivienda y negocios de grandes dimensiones, sin respetar los procedimientos que exige la ley.

Otras muchas empresas y hoteles facturan cantidades fuera de toda lógica y a la clase vulnerable se le estiman consumos abusivos que laceran aún más la de por si precaria economía de las familias.

Todas estas pruebas están perfectamente documentadas y son del conocimiento del alcalde hermosillense quien no ha fijado una postura en el delicado tema por eso digo que es engañado por Renato Ulloa y Sergio Pablos o de plano está bien metido en el "enjuague" del negociazo del agua.

El daño patrimonial es incalculable y es el Organismo más deficiente en el país y que sólo factura un 33% de su producción.

Esperemos que el alcalde reaccione ante una serie de denuncias y demandas legales que ya se ventilan ante tribunales en contra de Agua de Hermosillo.

Si no reacciona de plano es que también está metido en la "polla"