La administración de Enrique Peña Nieto ha sido una “tragedia” para el medio ambiente. De acuerdo con activistas, el priista ha dejado a la naturaleza sin protección, a fin de dar paso a intereses económicos. El ecocidio en Tajamar, Quintana Roo; los estragos de la siembra de organismos genéticamente modificados; los daños provocados por la minería, y hasta la evidente pérdida de la población de la vaquita marina, el Presidente ha dejado claro que el cuidado de los recursos naturales no es prioridad en su Gobierno, acusaron.

2017
La herencia ambiental de EPN es trágica: activistas; Semarnat se volvió “agencia de bienes raíces”
     

Activistas y organizaciones coincidieron en que la administración del Presidente Enrique Peña Nieto ha sido una “tragedia” para el medio ambiente. Acusaron que para el Gobierno federal no ha sido una prioridad el cuidado de la biodiversidad del país no ha sido prioridad. Un ejemplo claro, dijeron, fue que en su sexenio la población de la vaquita marina disminuyó un 90 por ciento y hoy está al borde de la extinción. Los activistas calificaron de “atroz, ecocida, entreguista” al mandatario priista.

Ciudad de México, 25 de marzo (SinEmbargo).- La administración de Enrique Peña Nieto ha sido una “tragedia” para el medio ambiente. De acuerdo con activistas, el priista ha dejado a la naturaleza sin protección, a fin de dar paso a intereses económicos. El ecocidio en Tajamar, Quintana Roo; los estragos de la siembra de organismos genéticamente modificados; los daños provocados por la minería, y hasta la evidente pérdida de la población de la vaquita marina, el Presidente ha dejado claro que el cuidado de los recursos naturales no es prioridad en su Gobierno, acusaron.

El 1 de diciembre de 2012, Peña Nieto llegó a ocupar la silla presidencial en México y, desde entonces, los hechos muestran  que el rubro ambiental no encabeza su lista de prioridades. Un claro ejemplo es el bajo presupuesto que ha destinado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). En 2013, el presupuesto para esta dependencia fue de 56 mil 436 millones de pesos; para 2014 se elevó a 68 mil 952 millones. Pero durante los últimos dos años se le recortaron casi la mitad de los recursos: en 2015 contó con 67 mil 976 millones, para 2016 tuvo 55 mil 770 millones, mientras que para este año llegó apenas a 35 mil 978 millones.


En entrevista con SinEmbargo, Gustavo Alanis, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), aseguró que “si el tema ambiental fuera altamente prioritario [para la actual administración] no se le quitaría el 50 por ciento al presupuesto en dos años”. El activista calificó la situación como “muy preocupante”, pero recordó que desde administraciones pasadas el rubro ambiental ha estado en el olvido.

“Debería haber un esfuerzo de los poderes Ejecutivo y Legislativo de destinar los recursos que se requieren en materia ambiental porque de allí depende todo lo demás. La economía no puede funcionar si estamos mal ambientalmente. Creo que no hemos dimensionado la prioridad que se le tiene que dar al tema y no es de hoy, es algo que hemos venido arrastrando desde décadas atrás. No le hemos dado al tema ambiental la prioridad que se merece para que haga su trabajo de manera atinada”, dijo.

Alanis señaló que probablemente exista “muy buena voluntad, mucha disposición y todo el ánimo” por parte del Gobierno mexicano para atender los asuntos del medio ambiente, pero, alertó, sin recursos suficientes poco se podrá realizar.

“Si no tenemos con qué movernos, si no hay gasolina, no nos podemos mover. Tiene que haber una sensibilidad política de la realidad ambiental y de allí partir para asignarle el dinero que requiere”, sostuvo.

Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica (CDB), expuso que con el recorte presupuestal dentro del sector, “estamos prácticamente cortando la rama con la que nos estamos sosteniendo. No hay una política que vaya hacia la inversión y protección de los recursos naturales, que al final son los activos con los que cuenta el país y hay que protegerlos”.

Criticó que con dicho recorte llegó el “desmantelamiento” de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), pues una gran cantidad de funcionarios fueron despedidos. Y alertó que brindar cuidado a las zonas de valor ambiental ahora resulta un problema difícil de resolver. También acusó que el papel de la Semarnat ha sido “mediocre” durante los últimos años.

EPN, “TRAGEDIA” PARA EL MEDIO AMBIENTE

Activistas acusaron que la presente administración ha dado pasos hacía atrás en la materia. E incluso calificaron al Presidente Peña Nieto como una “tragedia” para el medio ambiente.

“Todo lo que tiene que ver con medio ambiente en este sexenio ha sido una pesadilla, se está retrocediendo. Peña Nieto es una tragedia para todo México, no sólo para el medio ambiente. Necesitamos otro tipo de Gobierno, necesitamos gente que realmente tenga interés en el medio ambiente”, criticó Araceli Domínguez Rodríguez, presidenta de la asociación civil Grupo Ecologista del Mayab (Gema).

Xane Vázquez, de Militancia por la Paz, calificó al priista como “atroz, ecocida, entreguista y hecha a modo para beneficiar a unos cuantos” y abrir paso a la devastación ambiental en aras de un “malentendido desarrollo sustentable que es inviable en zonas delicadas”.

“Yo siempre me he referido a la Semarnat como la agencia de bienes raíces del Estado. EPN ha sido una absoluta y total tragedia para el medio ambiente, cuyas consecuencia aún no podemos estimar, o sea, el daño que ha hecho la política del señor Peña y sus administradores está todavía lejos de estimarse”, subrayó.



LA VAQUITA MARINA, AL BORDE DE LA EXTINCIÓN

Hasta 2012, el año en que Enrique Peña Nieto pisó Los Pinos, 200 ejemplares de vaquita marina aún vivían en el Alto Golfo de California. Casi cinco años después, el último reporte del Comité Internacional para la Recuperación de la especie (CIRVA) reveló que para febrero de 2017, apenas quedaban 30 ejemplares del único mamífero marino endémico del país, es decir, en 5 años la población de la especie ha disminuido 90 por ciento. Apenas el pasado 20 de marzo, se dio a conocer la muerte de una vaquita marina.

Especialistas y activistas han remarcado que lo que ha ocasionado el dramático declive son las redes de pesca utilizadas para atrapar a la totoaba, un pez en peligro de extinción, cuyo buche es comercializado en el mercado negro por sus supuestos poderes afrodisiacos.

Hace un par de años, Peña Nieto anunció la prohibición –que concluye el mes de abril– de uso de redes de enmalle, cimbras y/o palangres operadas con embarcaciones menores, con el propósito de desincentivar la pesca en el hábitat de la marsopa más pequeña del mundo a fin de evitar su desaparición. Organizaciones civiles han acusado que esta medida no ha tenido resultados positivos.

Alejandro Olivera apuntó que con la actual administración “se ha dado un retroceso en términos de cuidado al medio ambiente. Se ha dado una degradación ambiental y la pérdida de hábitats y de especies no se ha revertido, al contrario, el caso ejemplar es la vaquita marina: En 5 años ya se perdió el 90 por ciento de su población. Es un indicador de pérdida de biodiversidad”.