En la nueva configuración del poder en Sonora se desató una sorda lucha en el Gobierno del Estado, entre beltronistas y claudillistas. 

2018
Pleito en el Olimpo: Bisturí. Posible divorcio político de CPA y MFB
     

En la nueva configuración del poder en Sonora se desató una sorda lucha en el Gobierno del Estado, entre beltronistas y claudillistas. Todo hace suponer que hay divorcio político en puerta de esta pareja que derrotó a Guillermo Padrés. Y por eso está programada una reunión, este viernes en la Ciudad de México, entre Claudia Pavlovich Arellano y Manlio Fabio Beltrones.

El escenario actual es confuso, con versiones que involucran al aún grupo en el poder y los que ya empiezan a mandar, encabezados por Alfonso Durazo, con quien Claudia Pavlovich hace lo posible por tender puentes de comunicación y futura colaboración.

Todo está enredado.

Hasta a la alcaldesa electa, Célida López, ya la enredaron, a grado tal que los de Morena, o sea Durazo y compañía, ya la ven con desconfianza.

Lo que se sabe hasta el momento es que Durazo no quiere rudeza innecesaria… por el momento.

Aunque ya tienen en la mira al operador de medios de Claudia Pavlovich, Jorge Durán Puente, por agravios en campaña.

Y lo que le debe doler al de Bavispe es que en esa calentura político-electoral incluso se metieron con su familia.

En los círculos se poder se vive una calma que presagia tormenta. Hay jaloneos después del tsunami. Claudia, que empieza a sentirse sola, intenta por todos los medios de sacar consensos con Durazo y Morena.

De esa reunión con Beltrones habrá una luz que podría iluminar a los grupos en pugna… para bien o para mal.

Por lo pronto Miguel Pompa, secretario de Gobierno, ya se estaría sintiendo incómodo por esta situación. Su principal consejero, Wenceslao Cota Montoya (beltronista de siempre) ya no lo ayuda.

Pero además se gesta un conflicto de regulares dimensiones con Célida López, de quien se dice le infiltraron gente en el comité ciudadano que se formó para designar o negociar el gabinete de la alcaldesa de Hermosillo electa.

Pero resulta que Durazo y compañía desconfían de Célida, por una sencilla razón: Antes se pensaba ordenar una amplia investigación a las irregularidades y posibles actos de corrupción de Manuel Ignacio “El Maloro” Acosta y Angelina Muñoz, su relevo. Pero al parecer dieron marcha atrás a esa medida ya acordada y publicitada.

A Célida, de entrada, un influyente empresario le estaría ofreciendo una fuerte cantidad de dinero y en dólares.

Lo menos que se piensa de esta acción es que ya enredaron a Célida.

Y parece que un hermano de Delfín Ruibal, Agustín, casado con una prima de Claudia Pavlovich, sería el próximo tesorero en el Ayuntamiento morenista de Hermosillo.

También el dueño de Salsas Castillo, Toño, quiere jugar en esta tómbola política, ya que quiere meter a la administración municipal a parientes, identificados con el PRI y PAN.

En este escenario reportan que en la ciudad de México quieren que Célida se enrede para luego ajustar tuercas.

Aparte llama la atención un punto muy delicado: Lo de las rentas de oficina en un conocido edificio. A esta torre se mudaría el personal de varias dependencias. Incluso ya estaba programada su inauguración. Pero Claudia habría dicho no.

Y, lógico, lo de los cambios no podía faltar. Obviamente todo es extraoficial.

Lo nuevo es que al Potrillo Pompa lo mandan a la representación del Gobierno de Sonora en la ciudad de México.

Y a Natalia Rivera a Bienes y Concesiones.

Mientras, el único perdedor que sería premiado es Pano Salido Pavlovich, a quien ubican en COPRESON.

El asunto de las rentas, que algunos conocedores dicen que ya no se hará, generará un pleito grande.

Incluso dicen que los próximos diputados locales de Morena lo primero que harán será revisar en el presupuesto 2019 la partida de arrendamientos, por instrucciones de Alfonso Durazo.

Por lo pronto viene un buen pleito en el Olimpo. Aquiles vela armas.