Así fue el momento en que el policía federal le rechazó 50 millones de dólares al hombre más buscado del mundo

2018
"Traigo al patrón, échenme la mano"... "¡Ah canijo, es El Chapo!"
     


CIUDAD DE MÉXICO (Reforma) .-"Ah canijo, es El Chapo", exclamó en su mente el policía federal que detuvo a Joaquín Guzmán Loera en Los Mochis, Sinaloa, el 8 de enero de 2016.

Esa mañana, el líder del Cártel de Sinaloa había logrado escapar de un operativo de la Marina por un túnel al drenaje junto con Iván Gastélum Cruz, "El Cholo".

Los fugitivos salieron de una coladera, robaron un focus rojo e intentaron salir de la ciudad.

"Recibimos vía radio la información sobre un reporte de robo de vehículo por parte del C4", cuenta el agente en un testimonio difundido recientemente por la Policía Federal.

"A los diez minutos vi que venía el carro focus rojo reportado", narró.
Según el testimonio, el federal y sus compañeros dieron alcance al auto robado en el que viajaban "El Chapo" y "El Cholo".

"El RT (responsable de turno) y yo le dimos alcance al mismo tiempo al vehículo y le solicitamos el alto. El vehículo se detuvo de manera normal.

"Del Focus se bajó primero el conductor, quien hizo contacto con el RT, mientras que yo me paré del otro lado de la patrulla para darle cobertura. 'Comandante, traigo al patrón, échenme la mano', alcancé a escuchar que decía el conductor, lo que me pareció muy extraño. Caminé y me paré del lado del acompañante del vehículo. Abrí la puerta y el pasajero se me quedó viendo: ¡'Ah canijo, es El Chapo!, pensé.

"Échenme la mano", le dijo el capo.

"Lo jalé y empecé a caminar a la parte trasera de mi patrulla. Cuando iba llegando a la puerta le puse rápido las esposas", narró el oficial.

El federal entendió en ese momento que su vida y la de sus compañeros estaban en peligro. Circuló por la carretera y notó un grupo de camionetas por lo que ingresó al motel Doux.

"Ayúdeme y no va a volver a trabajar. Comandante, dígame qué quiere pero ya écheme la mano. Le ofrezco dos o tres empresas de aquí de Sinaloa; es más, le dejo 50 millones de dólares, para no vuelva a trabajar nunca en su vida", ofreció "El Chapo".

"Yo soy policía y estoy haciendo mi trabajo. No vaya a creer que alguien me avisó", respondió el oficial.
El capo no volvió a ofrecerle nada y después llegaron refuerzos y la Marina.

El federal entendió en ese momento que su vida y la de sus compañeros estaban en peligro. Circuló por la carretera y notó un grupo de camionetas por lo que ingresó al motel Doux.

"Ayúdeme y no va a volver a trabajar. Comandante, dígame qué quiere pero ya écheme la mano. Le ofrezco dos o tres empresas de aquí de Sinaloa; es más, le dejo 50 millones de dólares, para no vuelva a trabajar nunca en su vida", ofreció "El Chapo".

"Yo soy policía y estoy haciendo mi trabajo. No vaya a creer que alguien me avisó", respondió el oficial.
El capo no volvió a ofrecerle nada y después llegaron refuerzos y la Marina.