Del Borrego a Célida: Socavones mortales de diferencia

2019
Del Borrego a Célida: Socavones mortales de diferencia
     

Al iniciar su gobierno municipal, Ernesto Gándara Camou se encontró con una sorpresa no advertida con anticipación: Por varios puntos de Hermosillo se abrieron socavones que ponían en peligro la seguridad de personas, sobre todo cuando transitaban con sus vehículos.

Y sin pensarlo destinó recursos para resolver el problema. La decisión no debió ser fácil: Esas son obras enterradas, sin lucimiento personal. Pero primero está la seguridad de la ciudadanía, pudo haber sido la reflexión del entonces presidente municipal que después resolvió otro problema ligado: Los tandeos de agua decretados en la anterior administración.

En la actualidad causa indignación ciudadana el que un socavón se habría “tragado” a un ciclista. Aún no se confirma la noticia, pero la posibilidad genera temor mezclado con decepción.

Y no es para menos, ya que la alcaldesa Célida López Cárdenas se puede meter en un lío legal si es acusada de omisión o un cargo similar. Hasta donde sabemos con el problema de los baches la autoridad municipal puede ser denunciada por omisión. Y un socavón, mucho más peligroso, es un bache grandote.

En su defensa, las autoridades responsables de este caso se defienden con el argumento de que el perímetro del socavón criminal estaba señalizado. Lo anterior no es creíble, pero vamos a suponer que es verdad. Empero, el punto es que no resolvieron el problema. Y siguen sin resolverlo, por falta de tubería adecuada, aparentemente.

Aquí la pregunta sería: ¿Desde cuándo el Ayuntamiento local tiene detectados la aparición de socavones en Hermosillo?

Y si es de hace tiempo, ¿por qué no destina recursos a resolver esa omisión?

Son muchas las cosas que no entendemos de la 4T, corriente a la que supuestamente pertenece la alcaldesa capitalina. Esta omisión se suma a muchas inquietudes.

Como la aprobación de la revocación de mandato. ¿Qué fin tiene esta acción?

¿Reelección? Descartado. La edad no juega a favor del presidente Andrés Manuel López Obrador. Además, ya habría recibido un aviso cardiaco.

¿Apoyar a su partido, Morena, en las boletas electorales? También descartado. Será un procedimiento de votación libre, directa y secreta. Podrá ser solicitado una vez, durante los tres meses posteriores a la conclusión del tercer año de mandato del presidente. Sólo los ciudadanos podrán solicitar el revocatorio, que será organizado por el INE.

¿Entonces, dónde está el truco?

Los legisladores afines a AMLO y su gobierno celebraron la aprobación de esa ley como si les asegurara un gobierno de tres sexenios, tal y como soñaron algunos presidentes en el pasado.

El riesgo es que ante una decepción generalizada el pueblo sabio y feliz decida sacar a AMLO de Palacio Nacional a finales de 2021 o principios de 2022.

El gobierno de AMLO termina en 2024. Pero como él mismo dice: El Pueblo pone y el pueblo quita. Aunque también declaró hace tiempo: El pueblo soy yo.

Por ese mismo carril apuntaremos al sonorense Alfonso Durazo, quien acaba de declarar: El combate a la violencia está en un punto de inflexión (lo cual significa desviación o torcimiento de una cosa recta o plana).

¿Está por desviarse la estrategia en el combate a la violencia, que va perdiendo el gobierno de México?

Y si así fuere, ¿a beneficio de quién?

Ya ve usted que la orden es pacificar sin tirar bala.

Aunque los militares ya se empezaron a defender.

Y para finalizar lo sucedido al periodista Carlos Loret de Mola no tiene 4T: La Secretaría de la Función Pública solicitó a Loret entregar copia certificada de la documentación con respecto a hechos referidos en un reportaje sobre la corrupción en PEMEX. Ahhhh, pero también debe entregar audios y videos que tenga en su poder sobre la publicación.

Bueno, ahora los periodistas deben ser vistos como investigadores de una dependencia encargada de vigilar a servidores públicos.

Por incongruencias no paran.

Por eso el peligro de la revocación de mandato.