El servicio de transporte colectivo en Hermosillo está en crisis. Hoy está más crítico. La confirmación la vemos a diario, sobre todo en esta Semana Santa, cuando sacan de circulación a la mayoría de las unidades. ¿Y qué pasa? Bueno, hay quienes aprovechan la situación: Los taxistas realizan un recorrido similar a los de camiones, por la misma ruta, a un costo similar al camión: 10 pesos.

El servicio de transporte tiene una tarifa de 9 pesos.

Es tardado, los pasajeros viajan como en una lata de sardinas y reciben una pésima atención de los choferes.

El taxi, en cambio, es rápido. Y no hay tiempo para que el conductor muestre su verdadera personalidad.

Esto refleja que ambos servicios están en crisis.

Los camioneros porque nunca han prestado un servicio regular, decente.

Y los taxistas porque tienen que invadir el sistema camionero por la falta de clientes, por caro.

Como es del conocimiento público, el transporte en Hermosillo constituye una especie de mafia que gusta de tener a los usuarios como rehén permanente. Cuando quieren realizan paros y reducen el número de unidades en servicio.

Hoy, se supone, el escenario estaría a punto de cambiar: Viene la competencia.

Ya se preparan dos nuevas empresas para tomar el control del servicio en la capital sonorense.

Como ya se informó en su oportunidad, las empresas seleccionadas tienen como plazo hasta el 30 de abril para poner en operación los primeros 50 camiones nuevos.

Ya falta poco para ver y comprobar si de verdad cambia la prestación del servicio del transporte en Hermosillo.

El gobierno fijó su plazo para ver la diferencia: Cinco semanas.

 Hay que concederles el beneficio de la duda.

Sonora Presente.