Hace tres años, el médico voluntario ha dedicado dos días de la semana, los lunes y jueves, a conducir 12 kilómetros hasta una pequeña oficina en el barrio Jardín Jacarandá, donde atiende a pacientes como Brayan Josviaki, de seis años. 

2019
Médico de 92 años atiende gratuitamente a niños de bajos recursos
     

Médico de 92 años atiende gratuitamente a niños de bajos recursos

Con un título médico en 1951, una maestría en los Estados Unidos, un doctorado en Francia y numerosos pacientes de carrera, el pediatra Ivan Fontoura, de 92 años, pudo disfrutar de su merecida jubilación para relajarse. Sin embargo, decidió continuar sirviendo a niños de bajos ingresos en Pontal do Paraná, en la costa del Estado, sin cobrar nada por el trabajo.

Hace tres años, el médico voluntario ha dedicado dos días de la semana, los lunes y jueves, a conducir 12 kilómetros hasta una pequeña oficina en el barrio Jardín Jacarandá, donde atiende a pacientes como Brayan Josviaki, de seis años. Nieto de la cocinera Raquel Martins de Souza, el niño es atendido por Fontoura desde su nacimiento y la familia asegura que estas consultas son muy especiales. “Es un médico súper competente, cuida a todos los niños que lo buscan”, dice la abuela.

Según la mujer, el pediatra también está disponible para ayudar en emergencias que ocurren fuera del horario de atención y ha retrasado su almuerzo varias veces para recibir a todos los pacientes que lo necesitan. “Lo importante para él es atender a los niños. Solo después de que termina, piensa en el almuerzo”, dice Raquel, que trabaja en un restaurante local y generalmente recibe a los ancianos después de las 15h en días de consulta.

Según el pediatra, esto se debe a la rutina agotadora en los días dedicados a la acción social. “Asisto a los niños sin parar. Luego tomo una taza de café entre un paciente y otro, e incluso me olvido de almorzar”, dice el doctor, que realiza hasta 40 consultas gratuitas por día.

En una entrevista con Semper Familia, Fontoura dijo que estaba retirado desde 2005, cuando terminó sus actividades como director del Hospital Little Prince en Curitiba, y que necesitaba recuperar su energía.

Por lo tanto, él y su esposa Eva Fontoura, que es enfermera, decidieron regresar a las actividades de forma voluntaria. “Comenzamos a asistir a los niños desde nuestra casa, luego ayudamos a pacientes del vertedero de Paranaguá durante seis años y ahora estamos asistiendo aquí en Pontal”, dice el pediatra, que tiene dificultades auditivas y sufre de dolor muscular. “Tengo 92 años y ocho meses, así que eso es parte de la vida. Nos levantamos con dolor, pero venimos a trabajar y terminamos divirtiéndonos y mejorando durante el día”.

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