Un ex sacerdote que es juzgado en Lyon, Francia por pederastia, admitió que abusó de «cuatro a cinco niños» cada semana, durante 20 años.

«Yo sabía que eran caricias que nunca debería haber hecho. Eran a escondidas…Y sí, es verdad, me aportaban placer sexual», Dijo Bernard Preynat, de 74 años.

El cura cometió estos actos entre 1971 y 1991, cuando era capellán de los «boy-scouts» en Sainte-Foy-Lès-Lyon y el caso tomó relevancia cuando algunas de las víctimas, en aquel entonces de entre 7 y 15 años, rompieron el silencio.

Pese a que la iglesia ocultó el escándalo, en 2015 algunos ex «scouts» acusaron ante la justicia a Preynat de tocamientos, besos en la boca y caricias recíprocas de tipo sexual a las que se vieron forzados.

«En la época, a mi entender no cometía agresiones sexuales, sino que eran caricias, cariños. Estaba equivocado. Son las acusaciones las que me lo han hecho comprender», dijo el ex cura.

De pie ante el estrado, Preynat confesó con voz algo quebrada que eran «cuatro o cinco niños cada semana”. «Eso significa casi un niño cada día», acotó la magistrada que preside las audiencias.

El sacerdote cometió sus primeras agresiones a los 17 años, cuando era monitor en colonias de vacaciones, en 1962.

El acusado afirmó que acudió a terapia y cesó sus abusos sexuales a partir de 1991.

François Devaux, una de las víctimas que atestiguó contra Preynat dijo que el proceso, es lo más duro que ha vivido desde el principio del caso.

Explicó el «infierno» que hizo vivir a sus padres, la «violencia» que lo inundaba, su adolescencia «muy difícil, muy complicada», tras los ataques del cura.

«Antes, me parece, yo era un niño lleno de luz. Después de esto, viví una vida muy sombría (…) y flirteé con cosas muy peligrosas», destacó.

A Bernard Preynat, reducido al estado seglar durante el juicio canónico, lo condenarán a una pena de hasta 10 años de prisión.

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