Estefanía, una hermosillense en Ecuador, ve con preocupación lo que sucede en Sonora, pues teme que la situación se agrave igual que en aquel país.

2020
“Es tan crítico que puedes tener dinero y no te sirve de nada”: Sonorense en Ecuador
     

No necesitó salir del país en el que reside porque el virus llegó hasta su casa con su esposo, quien al parecer se contagió en un viaje de trabajo. Por eso está convencida de que el infectarse de coronavirus es casi una cuestión de suerte.

También es impredecible, dice, la forma en que va a reaccionar el cuerpo. Los últimos días, desde que recibió el diagnóstico, no han sido agradables para Estefanía, pero poco a poco recupera fuerza, misma que ahora utiliza para advertir que no se trata de algo tan lejano.

Y para ello, pone como ejemplo lo que ha vivido desde marzo: “La situación cambió muy rápido en Ecuador, fue cuestión de dos o tres semanas que pasamos de uno o tres infectados a cientos y un colapso del sistema. Esto pasa en un abrir y cerrar de ojos”.

Estefanía McLaurin es una arquitecta hermosillense de 30 años de edad. Hace casi un año vive en Guayaquil, Ecuador, país donde se reportan más de 3 mil 700 casos de Covid-19 y 191 muertes por esta causa.

Ella dice que escuchó por primera vez sobre el coronavirus en enero, porque a su suegro le gusta ver noticias. En aquel momento, recuerda, se hablaba de una enfermedad que afectaba principalmente a la ciudad de Wuhan, en China.

Unos tres meses después, vio cómo su esposo, Emilio, empezó a tener fiebre de 39 grados, malestar y dificultad para respirar. Para entonces la situación ya se había vuelto crítica en Ecuador, así que rápidamente pensaron que podía estar infectado.

Confirmarlo no fue sencillo, explica, porque para realizarse la prueba de laboratorio se requieren tres aspectos: Una orden médica, 120 dólares y un poco de suerte para ser admitido, pues no hay material para hacer pruebas para todos los posibles casos.

Sí contábamos con el dinero pero era muy desesperante. La situación en Ecuador es tan crítica que puedes tener dinero y no sirve de nada, ¿sí me explico? Está tan rebasado el sistema de salud que da lo mismo si tienes o no las posibilidades de pagar. Puedes tener el dinero, pero igual puede que no consigas el examen”, asegura.

“UNO PIENSA LO PEOR”

Pero si acceder a la prueba fue complicado, lo más difícil para ella y su esposo fue recibir el diagnóstico, confirmatorio en ambos casos. Pensar día y noche en que podía morir no era una sensación fácil de sobrellevar, menos en aislamiento.

Comparte: “Yo sentí el peso de esas palabras y claro que me dio mucho miedo, la verdad es que inevitablemente uno piensa lo peor… A mí me pasó por la cabeza que me podía morir, y te lo juro que no podía dormir”.

Ellos estaban a la espera de remodelar su apartamento y temporalmente vivían en la casa del papá de Emilio. Pero al confirmar que estaban infectados tuvieron que separarse de la familia, y así han pasado las últimas dos semanas.

Tratar el Covid, señala, es como tratar una gripe: Hay que consumir vitamina C, nebulizarse con agua caliente y sal, tomar Paracetamol. Esperar a que la dificultad para respirar sea cada vez menos, controlar la fiebre. Hacer todo lo posible por no tener que llegar al hospital.

No hay camas, no encuentras lugar. Pensar en poner a alguien que esté grave, conseguir un respirador, es casi un milagro si lo encuentras, están completamente ocupados. Y por supuesto que hay mucha gente que está muriendo por la falta de atención, porque no logran ser internados a tiempo, están falleciendo en sus casas o hasta en las veredas”.

Por Eliana Alvarado/ El Imparcial.