Janeth y su esposo Manuel luchan en la primera línea de batalla contra el Covid-19 y se enfrentaron cara a cara con el enemigo

2020-08-05
Una nueva esperanza: enfermeros y sus trillizas superan Covid-19
     

Janeth y su esposo Manuel luchan en la primera línea de batalla contra el Covid-19 y se enfrentaron cara a cara con el enemigo

Las primeras personas que han hecho frente a la batalla por Covid-19 son los médicos, enfermeras y trabajadores del sector salud, quienes han tenido que dejar su hogar y familia para protegerlos.

Otros empleados de este sector no tuvieron opción y continuaron viviendo con sus seres queridos aunque el riesgo de llevar el virus a casa estaba latente, pero siempre tomando las medidas de seguridad necesarias para protegerlos.

Tal es el caso de la pareja de enfermeros, Janeth Durán Merancio y Manuel Acosta Osorio, quienes se encuentran recuperados y sanos, ya que contrajeron Covid-19 hace algunas semanas, pero además son padres de tres niñas de seis años, que dependen totalmente de la atención y cuidados de ellos.

Janeth, de 34 años, y Manuel de 36, son enfermeros en el Centro Integral de Atención a la Salud (CIAS) Norte, del Isssteson, donde atienden a pacientes con sospecha de Covid-19, por lo que probablemente adquirieron esta enfermedad en dicho lugar.

“Yo me enfermé el 4 de julio, pero mi esposo Manuel desde el 30 de junio y nos empezamos a recuperar desde 21 de julio; a la fecha estamos mejor, pero sí tuvimos muchos síntomas. A las niñas no les hicimos pruebas, pero probablemente también se enfermaron, nunca presentaron síntomas pero sí notamos cambios, porque estuvieron dos días sin levantarse de la cama viendo la televisión; son muy inquietas”, contó.

Tos seca, fiebre, dolor de cabeza, de garganta, escurrimiento nasal, pérdida de gusto y olfato, malestar en el tórax y cuerpo en general, fueron los síntomas que ambos presentaron durante su padecimiento, días en los que no podían siquiera portar cubrebocas ya que les provocaba fatiga.

Por otra parte, los cinco integrantes de la familia permanecieron juntos a pesar de la enfermedad, ya que la abuela materna es su apoyo cuando así lo requieren con las niñas, pero decidieron no exponerla, por lo tanto las trillizas Julissa, Melissa y Vanessa, estuvieron en todo momento con sus papás.

“Las niñas estuvieron siempre con nosotros, no lo vimos pertinente en separarnos de ellas porque ya habían tenido contacto con nosotros y no queríamos exponer a otras personas. No les hicimos pruebas de Covid tampoco, pero probablemente sí se enfermaron también. Las niñas no tuvieron síntomas, pero sí las tuvimos que aislar con nosotros por seguridad de las demás personas”, recordó.

Janeth señaló que sus tres niñas, Julissa, Vanessa y Melissa, son la parte más importante para ellos como padres, por lo cual son el motivo principal que los ayudó a salir adelante en esta terrible enfermedad, aunado a las indicaciones, recomendaciones y tratamientos que les proporcionó un compañero de la salud.

Por otra parte, comentó que tener trillizas no es una tarea fácil, porque implica una triple responsabilidad, la personalidad de cada una de ellas varía; por ejemplo, describió que Julissa es una pequeña muy tierna, espontánea, simpática y amorosa; Vanessa es más tranquila, pero sociable y es la que más pelea con sus hermanas, y Melissa es tierna, inteligente pero también insegura al realizar algunas de sus actividades.

“Tienen muy buena relación, son unas niñas muy felices, sanas, a donde vayan socializan fácilmente y muy queridas por la gente aunque estén encerradas en la casa. Vanessa y Julissa siempre quieren mandar y es donde empiezan los problemas, quieren ser líderes las dos”, puntualizó.

Manuel y Janeth reciben triple amor y ese es el mayor regalo que la vida les pudo dar, pues también han sido su motor para superar las adversidades que conlleva esta enfermedad del Covid-19.

María José López | El Sol de Hermosillo