La situación de la pandemia del coronavirus no da tregua a Estados Unidos, donde desde su inicio las medidas de prevención han sido bastante laxas, y donde importantes sectores de población no ha querido seguir ninguna. Al margen el gobierno federal, dirigido por el ahora presidente en funciones Donald Trump, ha mantenido un comportamiento muy errático durante toda la plaga.

Así, en lo que ya se considera como segunda oleada de la pandemia, el país suma récords de muertos y de positivos. En las últimas 24 horas el recuento independiente, pero aceptado como el más fiable, de la Universidad Johns Hopkins, ha añadido 3.157 muertos, que es la cifra más alta de la pandemia, y 200.070 positivos, a poco más de 5.000 casos de la cifra más alta, que se alcanzó la semana pasada. El anterior día con más muertos, el 15 de abril, la cifra llegó a 2.607.

Así, el total en Estados Unidos es por el momento de 273.835 muertos y de más de 13.900.000 contagios. Además, las hospitalizaciones superan los 100.000 casos.

La situación es todavía más complicada si se tiene en cuenta que, según la evolución médica de la pandemia, no han empezado aún apenas a contabilizarse los contagios que haya podido provocar el Día de Acción de Gracias.

Un documento del grupo de expertos que aconseja a la Casa Blanca urge a tomar más medidas recalcando que "tras el Memorial Day, el 31 de mayo, estábamos en menos de 25.000 casos diarios y hoy son 180.000. El sistema hospitalario está llegando a su máximo de capacidad".