La gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano, planea la venta de 29 bienes inmuebles propiedad de los sonorenses para supuestamente con ello sanear el ISSTESON, sin embargo ya vendió el estadio Héctor Espino y el Tomás Oroz Gaytán a la federación obteniendo 950 millones de pesos para dicho propósito.

La gobernadora de Sonora debe aclarar que hizo con los más de 950 millones de pesos que adquirió con la venta de los estadios y Alfonso Durazo debe poner mano dura y defender los bienes propiedad de los sonorenses y evitar permitir este robo en despoblado.

Ahora resulta que se le olvidó tan pronto esos recursos, o se gastó en quien sabe que, que ahora quiere vender 29 bienes inmuebles propiedad de los sonorenses, con el mismo pretexto que la venta de los estadios.

Cabe señalar que dentro de los inmuebles que desea rematar se encuentra un enorme terreno en el Parque Industrial de Guaymas, con valor de 102 millones de pesos, otro más en Hermosillo en la carretera a La Colorada, con valor de 84 millones de pesos y uno Bahía de Kino, entre otros.

Además esta venta de garaje, la está realizando en total opacidad, utilizando el viejo mecanismo de una subasta a sobre cerrado, lo cual se presta a manipular las ofertas, para que no sea beneficiado el mejor postor, sino el que más le convenga, ya que puede ponerse de acuerdo con los ofertantes y desechar las otras ofertas, sin importar que sean con un monto mayor.

Claudia Pavlovich, con estas acciones, así como la repartición de patentes de notario al ex secretario de gobierno, Miguel Ernesto Pompa Corella, Iván Jaimes, Darío Figueoa,y a la abogada Airam Guadalupe Guerrero López, (Hermana de Natanael Guerrero López, ex alcalde de Navojoa, compadre y colaborador de Pompa Corella), deja claro que a ella le importa poco la honestidad que tanto presumió en campaña y lo único que le interesa es apañar lo más que se pueda en este año de Hidalgo.

Los sonorenses votaron por Alfonso Durazo hartos de tanta corrupción de los gobierno emanados por el PRI y PAN, en los cuales los últimos tres han sido los más corruptos de la historia, con la diferencia de que Eduardo Bours no tocó el bote y Padrés sí, por ello hace falta que Alfonso Durazo ponga mano firme y demuestre de qué está hecho, y haga un análisis exhaustivo en las cuentas y no permita que Pavlovich se salga con la suya.

Ya es mucho descaro y cinismo el que estamos viendo los sonorenses y hasta el momento Alfonso Durazo solo ha dicho que las cuentas están bien, sin embargo todos sabemos que no y esperemos reaccione y castigue a los corruptos de esta administración, la cual está a punto de irse y no deje que saqueen Sonora impunemente.