El camino lleno de obstáculos que tiene ante sus ojos Claudia Pavlovich para llegar a la meta trazada, se podría comparar con un terreno minado y con arenas movedizas. En el trayecto tendrá que demostrar que es una mujer obstinada. En cierta ocasión, la flamante candidata (lo de pre ya es inútil) a gobernadora de Sonora por el PRI, comentaba a este reportero: “A veces dicen que mi principal virtud es la perseverancia y mi mayor defecto la terquedad”.

Y vaya que tendrá que echar mano de su principal fortaleza y ese supuesto defecto. Para llegar a la candidatura anhelada tuvo que demostrar ser una mujer obstinada, que sabe conjugar su perseverancia y terquedad para avanzar en política.

Su recorrido apenas inicia.

La etapa de registro y su respectiva constancia, es mero formulismo.

Los peligros están a la vuelta de la esquina.

Y el más peligroso es la desunión partidista, el cobro de facturas de grupos inconformes.

Pero también destaca una misión que se antoja muy difícil: Convencer a las mujeres que voten por una mujer.

Hoy Claudia busca convertirse en la primera gobernadora de Sonora.

El sueño que no alcanzó su mamá, Alicia Arellano, quien podría haber sido un activo fundamental para alcanzar la candidatura, por la sólida amistad que ha mantenido desde hace muchos años con Alfredo del Mazo padre, una figura casi paternal que ha tenido el presidente Enrique Peña Nieto. En este modesto espacio escribimos alguna vez que doña Alicia había viajado al Estado de México para que su amigo Del Mazo intercediera ante el presidente a favor de su hija Claudia.

También, en octubre del año pasado escribimos una columna que llamó la tención desde su encabezado: Orestes Beltrones: ¡Es Claudia! Entonces reseñamos:

El sábado pasado se organizó una espontánea reunión de amigos en un sitio de diversiones muy concurrido de Hermosillo. El encuentro fue casual. Nadie había quedado de verse en ese lugar.Y aprovecharon para intercambiar opiniones sobre la sucesión gubernamental. El grupo centraba su atención en una de las personas. La pregunta a ese personaje no se hizo esperar: ¿Oye, y quién será el candidato? Orestes Beltrones sonrió. Sabía que ojos y oídos de los presentes estaban atentos a sus gestos, a sus palabras. Pausadamente pero con énfasis, soltó: ¡Es Claudia!
La confidencia del hermano de Manlio Fabio Beltrones fue compartida a Bisturí por uno de los presentes en esa reunión de amigos. Esa escena formó una especie de concatenación en diferentes espacios. Los actos estaban unidos a un escenario, aún hipotético, pero que a cada momento cobra mayor fuerza: La senadora Claudia Pavlovich Arellano ya se puede considerar como futura candidata a gobernadora de Sonora por el PRI.

Pero la guerra apenas está por iniciar. Ya se dice que en su campaña Ernesto “El Pato” de Lucas será el coordinador general y Samuel Moreno el capitán mayor.

La mención del “Pato” en el equipo de Claudia hacer recordar otra columna, que titulamos: Fórmula Sonora: B + B = – B

Esta fórmula destaca en un documento llamado Reporte Sonora que habría recibido recientemente el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong. Su traducción, en lenguaje político, es lógica: Beltrones más Bours igual a menos Borrego. El escenario incluiría descarrilar en el PRI la precandidatura del senador Ernesto Gándara Camou para posteriormente convertirlo en el “Malova” sonorense.

Pero todo esto es historia. Hoy Claudia empieza a construir su propio proyecto, sin la sombra beltronista. Su capacidad está a prueba. Hoy, más que nunca, tiene que demostrar que es terca.