bisturí. El negocio de la política

2015
bisturí. El negocio de la política
     

Entre funcionarios del Nuevo Sonora y políticos panistas se repartieron la fama de convertirse en los nuevos millonarios de Sonora gracias al manejo del erario público y hacer negocios al amparo del poder político. Pocas veces los ojos del respetable voltearon hacia las delegaciones federales, pese a registrarse algunos escandalitos de corrupción a nivel nacional. Por ello la pregunta se antoja natural: ¿Los políticos sonorenses del PRI tienen las manos limpias?

El más reciente escándalo sobre una posible desviación de recursos públicos fue en la SEDESOL de doña Rosario Robles, concretamente en un fraude masivo en la cruzada contra el hambre, que a final de cuentas no resultó una batalla entre cruzados e infieles, sino un verdadero atraco. Según la Auditoría Superior de la Federación esta infiel cruzada de doña Rosario costó al erario no menos de 845 millones de pesos.

El esquema utilizado fue burdo: A través de subcontrataciones se ejecutaron proyectos fantasmas, principalmente con universidades. Los recursos aplicados terminaron en cuentas bancarias de una empresa ajena a los contratos.

Bueno, cualquier observador se puede plantear algunas preguntas:

¿Este tipo de programas no llegaron a Sonora?

¿La delegación Sonora de la SEDESOL, del otro Chayo, Rodríguez, ex dirigente estatal del PRI, fue excluida del reparto millonario de la cruzada contra el hambre?

¿Todos los funcionarios de la delegación están libres de culpa?

Bueno, aquí los propios interesados deberían despejar todo tipo de dudas. Si el manejo centralista del poder no los mancha, sería bueno que hicieran las aclaraciones de rigor.

Porque no es la primera vez que doña Rosario enfrenta este tipo de escandalitos. En el pasado lidió con otros similares, cuando para mitigar el hambre de los mexicanos incluyó pepsis y sabritas en la dieta de los pobres, pero con el curioso agregado que casualmente una hermana de la secretaria de SEDESOL, de nombre Magdalena Robles Berlanga, trabajaba o trabaja para Pepsico en la imagen de la refresquera.

Y, obviamente, sigue la mata dando.

Pero también hay otros escandalos que vale la pena recordar, como el manoteo de los cheques entregados en los siete municipios afectados por el derrame de 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico de la mina Buenavista del Cobre, de Grupo México.

En este asunto, en el que obviamente participaron una buena cantidad de políticos de casi todas las delegaciones federales, ¿todos tienen las manos limpias?

¿O alguien mete las manos al fuego por ellos?

Para muestra, un botón: Los siete alcaldes de los municipos afectados y sus familiares cercanos cobraron sus cheques por resarcimiento de daños, como beneficiarios de un extenso listado de programas, como Proagro, Progan…etc, etc, etc. .

Obviamente los primeros en recibir los recursos federales fueron los políticos y sus familiares.

Para eso es el poder, qué caray.

Y como en estos casos habría una gran cantidad de detallitos similares en la larga lista de dependencias del gobierno federal. Empiece por la que guste, caro lector: IMSS, CFE, SEP, STYPS…